Hubo quienes creyeron ciegamente en el millonario Elon Musk. Lo que ofrecía era atractivo: el dueño de Tesla, al que las redes sociales se empecinan por destacar como genio, ofreció transformar Twitter en un paraíso de la democracia y libertad de expresión.
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“Cuando hablo de libertad de expresión me refiero simplemente a lo que se ajusta a la ley. Estoy en contra de la censura que va más allá de la ley. Si la gente quiere menos libertad de expresión, que le pidan al gobierno que apruebe leyes al respecto”, se explicó en un tuit.
The extreme antibody reaction from those who fear free speech says it all
— Elon Musk (@elonmusk) April 26, 2022
Pero así como estuvo a punto de timar a los dueños anteriores de Twitter -primero ofertó, las acciones de la red social cayeron, luego se retractó y, finalmente, fue obligado a cumplir con su palabra y a comprar la plataforma-, parece que los usuarios también sufrirán durante el reinado de Musk. Se acaba de conocer que las cuentas de periodistas “destacados que cubren las noticias sobre el propietario de la empresa” y que pertenecen a medios como “CNN”, “Washington Post” y “New York Times”, fueron suspendidas sin dar motivos.
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Al respecto, Raúl Castro, decano de Comunicación de la Universidad Científica del Sur, señala que lo que presenciamos es parte del “gobierno errático de Musk sobre Twitter”. Al especialista le queda claro que al millonario no necesariamente le interesa convertirse en “un paladín de las libertades”, sino que sus objetivos responden a tener influencia.
“No hay ningún tipo de propuesta para mejorar la calidad de la información. Creo que eso se debe a que él no la entiende como un bien de servicio público. Todo lo contrario. Parece que su operación sobre Twitter es para canalizar su poder en un sistema informativo global”.
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¿Inconsistencias?
Los periodistas en cuestión no son los únicos afectados por los deseos de Elon Musk. Jack Sweeney, el muchacho de 20 años que maneja la cuenta @ElonJet -dedicada a compartir la ubicación del jet privado del millonario- también está en la mira.
A pesar de que Sweeney utilizaba información pública, Musk le cerró la cuenta. Fue el último paso luego de varios meses de tratar que la cuenta se desactivara. De hecho, se recuerda que le ofreció US$ 5 mil para cancelarla, a lo que el chico le pidió US$ 50 mil y, luego, una pasantía en sus empresas. “Pero el magnate lo bloqueó”, recuerda “La Nación”.
En respuesta y ya al mando de Twitter, Musk cambió los Términos y Condiciones: en la plataforma no se puede compartir “la ubicación de personas en tiempo real”.
“El Diario.es” sostiene que un posible “desencadenante” fue que “un ‘acosador’ siguiera al coche que llevaba a uno de sus hijos después de que la cuenta @ElonJet publicara que su avión privado había aterrizado en California”. Musk tuiteó: “Criticarme todo el día no supone ningún problema, pero revelar mi ubicación en tiempo real y poner en peligro a mi familia sí”.
Pero no hay que equivocarse. Parece que Musk no solo suspende cuentas basado en su seguridad personal.
La BBC recuerda que Twitter también “suspendió la cuenta oficial de Mastodon, que surgió como una alternativa a Twitter desde que Musk la compró”. “Sucedió después de que Mastodon usara Twitter para promocionar la nueva cuenta de Sweeney el jueves, según el ‘New York Times’”, agregó el medio.
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Sobre ello, Castro añade que es claro que no hay una sola vara para medir este tipo de situación, que si ese fuera el caso, se estarían bloqueando todas las cuentas que vulneran la privacidad. Pero parece que no le interesa.
El especialista concluye: “La orientación de sus políticas responden a la arbitrariedad de sus deseos y objetivos. También a sus humores: existe mucho de emotividad explosiva. Detrás del bloqueo a esos medios de comunicación hay un simbolismo. Hay quienes ya se preguntan: ¿en qué momento Elon Musk se empezó a parecer a Donald Trump?”.
Posibles consecuencias
Mientras esto sucede, la Unión Europea expresó su preocupación y dijo que podría sancionar a Twitter. Vera Jourova, comisaria europea de Transparencia, tuiteó: “Las noticias sobre suspensión de periodistas de Twitter son preocupantes (...) Elon Musk debe tomar nota de esto. Hay líneas rojas. Y, pronto, habrá sanciones”.
En julio, la UE promulgó dos leyes -de Mercados Digitales y de Servicios Digitales- para regular a este tipo de plataformas virtuales. La agencia AFP sostiene que ellas apuntan a “regular las prácticas y estrategias fiscales” de empresas como “Google, Apple, Facebook [Meta], Amazon y Microsoft”, y “el respeto a la libertad de prensa y los derechos fundamentales”.
AFP agrega que las violaciones a las leyes “podrán ser sancionadas con hasta el 6% de su facturación mundial” y, de ser una falta reiterada, con la suspensión de la Unión Europea.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) declaró en un comunicado que “la decisión de Twitter de prohibir las cuentas de varios periodistas prueba que la manera arbitraria de liderar las plataformas en línea supone una gran amenaza para la democracia”. Las Naciones Unidas compartieron la opinión. Su portavoz, Stephane Dujarric, sostuvo: “La medida sienta un peligroso precedente en un momento en que los periodistas de todo el mundo enfrentan a censura, amenazas físicas e incluso cosas peores”.
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