"Póntelo, úsalo y bótalo" podría ser el lema publicitario de la competencia de diseño de vestidos de novia confeccionados completamente de papel higiénico que se realizó en Nueva York, hace pocos días.
No se trata de asociar el matrimonio con lo desechable pero sí con ahorrar el dinero de una extravagante boda y, preferiblemente, invertirlo en una vivienda, un auto o hasta en la luna de miel.
El torneo anual está organizado por Cheap Chic Weddings, un sitio internet que ofrece consejos e ideas de cómo organizar tus nupcias a precio módico, y Charmin, una conocida marca de papel higiénico en Estados Unidos.
Estrictas reglas
Ya en su tercera edición, la competencia ofreció un premio de US$10.000 al diseño ganador, siempre y cuando se siguieran unas reglas básicas:
La prenda y sus accesorios tienen que ser hechos completamente de papel higiénico marca Charmin. Se puede utilizar cinta adhesiva, pegamento de cualquier tipo e hilo y aguja.
Todo lo demás está vetado, como son las telas, los botones, las cremalleras, el velcro o cualquier otro tipo de ganchos y sujetadores.
La imaginación, por supuesto, es un elemento indispensable.
Tanto los vestidos como sus accesorios tienen que ser hechos exclusivamente en papel higiénico. (Foto: Reuters)
Por primera vez en su historia, el show de pasarela y la competencia se llevaron a cabo en el famoso salón y tienda de bodas Kleinfeld, en Manhattan.
Diez diseños finalistas de todas partes de EE.UU. fueron invitados a Nueva York a participar.
Según el sitio de Cheap Chic Weddings, se les juzgó de acuerdo a cinco parámetros: creatividad, originalidad, belleza, calidad de trabajo y uso de papel higiénico.
Este detalle de uno de los vestidos muestra el delicado trabajo con el papel higiénico y la imaginación de los diseñadores. (Foto: Reuters)
El primer lugar fue para Donna Pope Vincler de Brentwood, Tennessee, con un diseño inspirado en un esmoquin de hombre con evidentes toques femeninos.
Sin mangas y con un escote en "V", la chaqueta y la falda se ceñían al cuerpo de la modelo y luego se abría en abanico hasta el piso. El estilo lo proporcionaba una fluida cola con apliques de flores y complementaban el atuendo un sombrero de copa con velo y un corbatín.
Y la ganadora es... Donna Pope Vincler con un vestido inspirado en un esmoquin y modelado por su hija. (Foto: EPA)
Todo en papel higiénico, por supuesto, blanco y algodonoso.
Vincler dijo que le tomó unos tres meses en confeccionar el vestido y que utilizó 22 rollos de papel higiénico y mucha cinta adhesiva y pegamento.
Para el sombrero de copa utilizó una técnica de papel maché, de muchas capas de papel y pegamento, hasta que quedara tan duro como un tambor, añadió.
Además de los US$10.000, el diseño de Vincler será reproducido en una prenda de confección lista para llevar y puesta a la venta.