Renzo Giner Vásquez

Este viernes 5 la autorizó la inscripción de Leonid Slutsky, del nacionalista Partido Democrático Liberal, y de Vladislav Davankov, del Nuevo Partido Popular, como candidatos para los comicios presidenciales de marzo del 2024 en los que el claro favorito es el actual mandatario , quien tentará la reelección.

MIRA: Elecciones en EE.UU. y Rusia 2024: la feroz competencia entre Biden y Trump, mientras Putin tiene el triunfo asegurado

Amo y señor de la política rusa desde que asumió la presidencia en el 2000, la última reelección de Putin se registró en el 2018 cuando se impuso con el 76,69% de los votos frente al 11,77% de Pável Grudini, su más cercano competidor.

Una nueva ley firmada en el 2021, además, le abrió las puertas para que pueda continuar al frente de Rusia hasta el 2036.

Para los comicios a celebrarse entre el 15 y 17 de marzo, Putin se enfrentará -por ahora- a dos políticos que coinciden tanto en su visión de la política exterior nacional como en el manejo interno desde el Legislativo controlado por la oficialista Rusia Unida.

Hace un mes, la Comisión Electoral Nacional rechazó la inscripción de la periodista Yekaterina Duntsova, quien está a favor del final de la guerra en Ucrania; y recientemente informó que aún no se ha aceptado la inscripción de Nikolai Kharitonov, rival de Putin en los comicios del 2004.

Todas estas condiciones, y los perfiles de sus virtuales rivales electorales, levantan sospechas sobre los intentos de Putin por darle una pátina democrática a unas elecciones que a todas luces tiene garantizadas.

- DOS RIVALES DÉBILES -

Slutsky, nacido en Moscú hace 56 años y economista de profesión, trabajó como banquero y asesor del alcalde de Moscú antes de convertirse en diputado en diciembre de 1999. Desde entonces ha renovado su lugar en la Duma elección tras elección y en el 2016 se convirtió en presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Parlamento.

Desde sus cargos ha defendido y respaldado en más de una ocasión la política exterior del Kremlin. Esto llevó a que en el 2014, luego del referéndum de anexión de Crimea, Slutsky se convirtiera en uno de los primeros sancionados por el gobierno de Estados Unidos. Con la consecuente crisis en la península, Canadá y la Unión Europea lo incluyeron en sus propias listas de sancionados.

Una investigación del canal independiente Dozhd, además, reveló que Slutsky financió a los separatistas prorrusos de Donetsk a través de una de sus fundaciones vinculadas a la Iglesia Ortodoxa Rusa.

En el 2018, Slutsky fue acusado de acoso sexual por parte de tres periodistas y una productora televisiva. Sin embargo, y pese a que cada vez más voces se sumaron en contra del parlamentario, incluido un señalamiento de la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores María Zajárova, Slutsky se libró del escándalo gracias a un blindaje proporcionado desde una comisión de la Duma que determinó que no existieron “violaciones de conducta” por su parte.

Davankov, por otro lado, se desempeña como vicepresidente de la Duma y su formación llamada Nueva Gente tiene 15 de los 450 escaños de la cámara.

Nacido hace 39 años en la ciudad de Smolensk, Davankov trabajó en la empresa Faberlic, fundada por el empresario y también político Alexéi Nechaev quien luego lo condujo al naciente partido Nueva Gente, llegando así a la Duma en el 2021.

Un mes más tarde fue designado vicepresidente de la Cámara Baja del Parlamento por decisión de Vyacheslav Volodin. En el 2022 fue sancionado por Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, Suiza, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Ucrania, debido a que fue uno de los funcionarios que ratificó la decisión de Putin de establecer una alianza entre Rusia y los rebeldes separatistas de Donetsk y Lugansk.

Además, Occidente lo acusa de ser alguien “que brinda apoyo político y económico a los intentos ilegales de Rusia de anexar territorio soberano de Ucrania mediante falsos referéndums”.