Washington. Candidatos republicanos sufrieron el martes derrotas vergonzosas para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se implicó personalmente en las campañas electorales de dos estados a un año de los comicios presidenciales en los que buscará reelegirse.
En un país muy dividido, estas elecciones eran muy esperadas y vistas como una prueba reveladora sobre la popularidad de Trump, el cuarto presidente de la historia estadounidense en ser amenazado por un proceso de destitución por un caso de presiones a Ucrania.
Ironizando sobre el frenesí mediático, el mandatario había llamado la noche del lunes a sus electores a acudir a las urnas en Kentucky con palabras que podrían resultar premonitorias: "Si perdemos, eso enviaría un muy mal mensaje (...) No pueden dejar que me pase eso a mí", dijo ante 20.000 seguidores en ese estado conservador.
Un día después, es el candidato demócrata el que arranca la victoria al gobernador republicano saliente.
La diferencia de votos es muy estrecha y el republicano Matt Bevin no ha admitido la derrota a mitad de la noche, pese a declaraciones de autoridades electorales locales.
La victoria del demócrata Andy Beshear en ese estado donde Trump sacó una ventaja de 30 puntos a su rival demócrata Hillary Clinton en 2016, envía un fuerte mensaje.
El mandatario reaccionó en Twitter y afirmó que Bevin "ganó al menos 15 puntos en los últimos días". "Pero puede que no sea suficiente (y los medios falsos culparán a Trump)", escribió.
El demócrata se impulsó por una fuerte movilización en las zonas más pudientes de las grandes ciudades, una dinámica que puede ser clave para las presidenciales de noviembre de 2020 también.
- “Hacer temblar” a Donald Trump -
En paralelo, los demócratas retomaron el control -por primera vez en unos 25 años- de las dos cámaras de la Asamblea de Virginia, según proyecciones de medios.
Teniendo ya el puesto de gobernador, los demócratas se hacen así de todos los principales niveles de poder en ese estado tras una campaña marcada por el debate sobre las armas de fuego.
“Esta victoria histórica debe hacer temblar a Donald Trump y todos los republicanos”, declaró el presidente del Partido Demócrata, Tom Perez.
"Como ganamos esta noche, venceremos a Trump en un año", añadió en un comunicado.
En Mississippi, el candidato republicano Tate Reeves parecía en cambio bien posicionado para quedarse con la gobernación ante el demócrata centrista Jim Hood, anti aborto y pro armas de fuego.
Donald Trump mantiene así el apoyo de este estado conservador que ganó con una ventaja de 18 puntos en 2016.
Pero la dinámica era diferente en Virginia, estado vecino de Washington y que Trump perdió por cinco puntos en las presidenciales.
El balance es entonces percibido como inquietante para el mandatario.
"Yo espero que todo el mundo" en Virginia vote "para enviar un mensaje a Washington", había tuiteado Trump anteriormente al colocar esa elección como símbolo de la defensa del derecho a portar armas, de la reducción de impuestos y de la lucha contra la inmigración ilegal.
Trump sin embargo no hizo campaña en Virginia, como sí en Mississippi y Kentucky, donde buscó fortalecer a su entusiasta base electoral llamando a “enviar un mensaje a los demócratas radicales” y afirmando que la investigación legislativa con miras a un juicio político en su contra había “enfadado” a la mayoría.
Fuente: AFP.