Washington / Kiev (AGENCIAS). El riesgo de una guerra entre Ucrania y Rusia aumenta, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Andrei Dechtchitsa al denunciar el despliegue de tropas rusas en la frontera oriental de su país.
Los riesgos "aumentan (...) se vuelven más elevados", respondió el jefe de la diplomacia de Ucrania al ser consultado por la cadena estadounidense ABC sobre las posibilidades de que estalle un conflicto militar entre Kiev y Moscú.
"La situación se está volviendo incluso más explosiva de lo que era hace una semana", dijo Dechtchitsa desde la capital ucraniana y añadió “en estos momentos, si las tropas rusas invadieran las regiones orientales de Ucrania, sería difícil pedir a los ucranianos que viven allí no responder a esta invasión militar”
El ministro aseguró que su país ha recurrido a "todas las medidas diplomáticas y sanciones económicas y financieras para detener a Rusia", pero en Ucrania "no sabemos qué tiene Putin en mente y cuál será su decisión".
Las tropas rusas están listas para atacar a Ucrania "en cualquier momento", declaró el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andrei Parubi desde la Plaza de la Independencia en Kiev.
Casi al mismo tiempo, el ministerio ruso de Defensa declaró que Moscú "respeta todos los acuerdos internacionales sobre la limitación del número de tropas en las regiones fronteriza con Ucrania".
UCRANIANOS DEBEN 'RESISTIR LO MÁS QUE PUEDAN'
Ucrania ha perdido casi toda su flota de guerra emplazada en Crimea en una tragedia histórica para la Armada de este país, que en un intento desesperado de conservar sus últimos navíos ordenó resistir hasta el final al gran buque de desembarco "Konstantín Olshanski", hostigado por las tropas rusas.
"En Crimea se han tomado navíos. A pesar de que se dio orden a sus comandantes de que usaran las armas, no las usaron para evitar el derramamiento de sangre", reconoció el ministro de Defensa ucraniano, Ígor Teniuj.
El "Olshanski" y el "Cherkassi" eran los últimos barcos de guerra ucranianos en hacer caso omiso a las órdenes de rendición de militares rusos en las aguas del lago Donuzlav, de no salir a mar abierto, luego de que los rusos hundieran dos embarcaciones ucranianas para cerrar esta vía de escape.
El buque de desembarco se puso en alerta de combate después de que se le acercaran lanchas rusas con marines a bordo.
"'Olshanski' tiene todo su armamento en regla y los marineros tienen en mano armas de tiro", subrayó Teniuj después de que algunos medios denunciaran que la tripulación del barco no tenía armas para defenderse del ataque.