El combate contra la corrupción ha sido uno de los lemas del nuevo presidente chino, Xi Jinping. Pero desterrarla será una tarea sumamente difícil, sobre todo si las malas costumbres provienen de su propia cúpula y de sus propios familiares.
Un informe revelador del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, destapó la olla de los llamados China Leaks: una serie de filtraciones que señalan que al menos 13 parientes de los máximos dirigentes del Partido Comunista de China, incluido el presidente Xi, han desviado dinero hacia paraísos fiscales.
Como ellos, 16 de los empresarios más prósperos del país han mantenido gran actividad a través de empresas ‘offshore’, que permiten ocultar grandes sumas de dinero para evitar el pago de impuestos.
El ICIJ compartió esta información con los diarios “El País” (España), “The Guardian” (Gran Bretaña), “Le Monde” (Francia), “Süddeutsche Zeitung” (Alemania), “Asahi Shimbun” (Japón) y la cadena BBC.La organización cotejó esta información gracias a la filtración de más de dos millones de archivos de dos gestoras que operan en las Islas Vírgenes Británicas: Portcullis TrustNet y Commonwealth Trust.
Estos documentos señalan que más de 22 mil clientes con direcciones en China y Hong Kong han invertido en paraísos fiscales.
LA NOBLEZA ROJA
Además del cuñado de Xi Jinping, en los datos figuran otros doce parientes de la denominada nobleza roja: el hijo y yerno del ex primer ministro Wen Jiabao, la hija de su antecesor Li Peng, un yerno del fallecido Deng Xiaoping (el impulsor de las reformas económicas) y el nieto del legendario comandante de la revolución Su Yu.
Los documentos constatan cómo la creación de estas sociedades ‘offshore’ ha facilitado ocultar dinero del control oficial de Beijing, pues el Gobierno Chino limita el movimiento de capital al extranjero a 50 mil dólares por habitante al año.
Según detalla el diario “El País”, el Gobierno Chino no ha respondido de manera oficial, pero fuentes próximas a los dirigentes sostienen que la apertura de sociedades en paraísos fiscales no está vinculada a un fenómeno de corrupción, “sino es una práctica mercantil común entre empresarios chinos para competir con firmas extranjeras que invierten en China, y que el gobierno favorece con beneficios tributarios”.
Los papeles filtrados a ICIJ también revelan que bancos y empresas auditoras occidentales, como PricewaterhouseCoopers, UBS y Credit Suisse, han cumplido un papel fundamental como intermediarios, facilitando que sus clientes chinos establezcan fondos y empresas en las Islas Vírgenes Británicas, Samoa y otros paraísos fiscales habitualmente relacionados con fortunas ocultas.
Por ejemplo, la gran financiera suiza Credit Suisse ayudó al hijo del ex primer ministro Wen Jiabao a crear su empresa en las Islas Vírgenes Británicas mientras su padre gobernaba el país.
La ONG Global Financial Integrity, un centro de estudios estadounidense, ha calculado que en el 2011 salieron ilegalmente de China unos 150 mil millones de dólares.
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