Barcelona (DPA). Jordi Pujol, uno de los políticos que más prestigio tenía en España por su papel en la Transición y sus 23 años como jefe del gobierno regional de Cataluña, renunció a los privilegios que tenía legalmente por haber ocupado ese cargo tras admitir que durante 34 años escondió dinero en paraísos fiscales.
"Ha puesto las cosas muy fáciles", manifestó hoy en Barcelona el jefe del gobierno catalán, Artur Mas, de quien Pujol, como él recordó, es el "padre político".
Esos privilegios cuya renuncia anunció Mas son entre otros una pensión vitalicia de algo más de 86.000 euros al año, una oficina y un automóvil con conductor.
Pujol, de 84 años, deja también la presidencia honorífica de CDC, el partido de Mas, y el cargo de presidente honorífico de CiU, la federación en la que esa formación se integra, de la que él fue cofundador y la cual gobierna en la región del noreste de España.
Mas se mostró afectado y confesó sentir "pena y compasión". "Siento un gran dolor personal", explicó. Y quiso poner en valor la figura de su mentor político, más allá de este tema. "Es una persona que ha trabajado toda su vida por este país", señaló.
El escándalo sacude Cataluña desde el viernes, cuando Pujol, uno de los mitos del nacionalismo catalán, confesó a través de un comunicado que durante 34 años tuvo una fortuna procedente de una herencia de su padre oculta al fisco español en paraísos fiscales.
Este escándalo ha debilitado a Mas en el reto independentista que ha lanzado al gobierno español de Mariano Rajoy y en el marco del cual ha fechado en el 9 de noviembre un referéndum de autodeterminación al que el Ejecutivo de Madrid y la oposición socialista se oponen por considerarlo inconstitucional.
Mas se reunirá mañana miércoles con Rajoy en el Palacio de La Moncloa.