En muchas partes del mundo se siguió con horror la violencia y culminación de los hechos que se vivieron en París la semana pasada. La comunidad judía en Francia también observó el drama por televisión, con particular tristeza pero sin sorpresa.
Ellos también fueron víctimas de los ataques. En el supermercado judío que fue atacado un día después que la revista Charlie Hebdo, murieron cuatro personas.
Toda esa combinación de sentimientos quedaron expuestos cuando el Canal 10 israelí entrevistó a uno de los sobrevivientes de la toma de rehenes en la tienda kosher en Porte de Vincennes, quien se escondió en un cuarto frío en el sótano mientras el secuestrador le disparaba a sus víctimas en el piso de arriba.
Yohan Dumas describió cómo el pequeño grupo de personas que se había refugiado allí intentaba mantenerse caliente.
Pero en la mitad de la entrevista el sobreviviente interrumpió su relato para anunciar que había decidido mudarse a Israel la próxima semana.
La explicación fue sencilla: "No nos vamos a quedar aquí esperando morir".
Y de hecho, las cuatro personas judías que murieron durante esa jornada violenta no fueron enterradas en París, sino que su funeral se llevó a cabo este martes en Jerusalén.
Los tres días de ataques en París dejaron 17 personas muertas. (Foto: Reuters)
UNA TENDENCIA
No muchos judíos franceses tomaron la decisión de emigrar en medio de una entrevista o por estas dolorosas circunstancias, pero el número de personas que ha partido se ha incrementado en años recientes.
Es una tendencia que aborda uno de los argumentos clave detrás de la creación del estado de Israel: la historia de persecución y diáspora le dio al pueblo judío el derecho a tener un lugar seguro.
Fue una idea que obtuvo renovadas fuerzas con las secuelas del Holocausto: la votación en Naciones Unidas que permitió la creación del Estado judío ocurrió solo dos años y medio después de finalizada la II Guerra Mundial.
En hebreo, el fenómeno es conocido como "aliyá" y describe el proceso por el que los judíos que nacen en cualquier parte del mundo tienen derecho a la ciudadanía israelí.
Además es un valor primordial del sionismo y un derecho garantizado por la ley israelí.
Cerca de 7.000 judíos arribaron a Israel provenientes de Francia en 2014. Es casi el doble de personas que llegaron el año anterior y significa por primera vez en la historia que más judíos llegaron a Israel desde Francia que desde cualquier otro país.
Puede ser un número pequeño en comparación con el medio millón de judíos que vive en Francia, pero es una tendencia significativa.
MALAS SENSACIONES
Aunque es cierto que hay muchos factores de tipo personal para tomar la decisión de dejar un país, en Israel el creciente número de migrantes llegados desde Francia es visto por muchos como una muestra del nivel de antisemitismo en la sociedad francesa.
Albert Levy es un hombre de negocios ya retirado y que nació en Marruecos hace 60 años en el seno de una familia judía francoparlante.
Cuando llegó el momento de empezar su educación superior, sintió que era natural para él viajar a Paris y lo hizo sin temores por su integridad o seguridad.
Hace algunos años él, su esposa Yveline y sus tres hijos se mudaron a Israel.
Levy explicó con una frase resonante, pero deprimente a la vez, su decisión: el tiempo de los judíos en Europa ha concluido.
Afirmó: "Lo que hicimos, mi generación y yo, ya lo hicimos. Pero por nuestros hijos tenemos esta fuerte sensación de que la situación está empeorando y empeorando cada día más. Todo el mundo tiene una intuición sobre esto".
"Te puedes sentir a gusto o sentirte mal, pero te levantas pensando, ¿qué ocurrirá hoy? Hoy creo que no hay judío en Francia que no tenga estos sentimientos negativos", añadió Levy.
Es justo señalar que Levy culpa en parte a los medios de la actual atmósfera hostil y argumenta que éstos han ayudado a demonizar a Israel durante los últimos años a la luz de hechos que van desde la guerra en el Golfo (1991) hasta las dos Intifadas (1987 y 2000).
Quizás esto sea tema de un debate para otro día, y es necesario anotar que Francia ha insistido en que su población judía puede permanecer segura en el país.
ATMÓSFERA CAMBIANTE
Israel se encuentra en medio de una campaña electoral y muchos de los líderes políticos –incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu- viajaron a Francia después de los ataques ocurridos la semana anterior.
El mensaje de Netanyahu fue claro: Israel está listo para darle la bienvenida con los brazos abiertos a quienes quieran ir.
En el últimos año, 7.000 judíos dejaron Francia para mudarse a Israel. (Foto: Reuters)
El organismo de gobierno encargado de revisar la migración y la entrada de judíos que desean ejercer su derecho a vivir en Israel es la Agencia Judía, cuyo vocero es Yigal Palmor.
Para dar muestra de su sorpresa –quizás mucha- sobre la atmósfera cambiante en Europa, cita a su jefe, Nathan Sharansky, quien fue un disidente político en la Unión Soviética y fue castigado por expresar su deseo de mudarse a Israel.
"Él, Sharansky, dijo que nunca pensó que llegaría un día en que fuera más seguro caminar con la cabeza cubierta con la kipá en Moscú que en París. Y todos compartimos esa sorpresa, ¿cómo es posible que en París, Londres o Roma los judíos no se sientan tan seguros como antes y como debe ser después de la II Guerra Mundial? Eso es un misterio que nos deja perplejos", dijo Palmor.
Los judíos que consultaron sobre el proceso para mudarse desde Francia hacia Israel superaron los 50.000 en 2014.
Y mientras los funerales de las cuatro víctimas judías tienen lugar en Jerusalén, es difícil ver en el horizonte algo que vaya a revertir esta tendencia o incluso a desacelerar la migración en marcha.
Los judíos que consultaron sobre el proceso para mudarse desde Francia hacia Israel superaron los 50.000 en 2014. (Foto: Getty Images)