"Nunca hubiera imaginado que podría venir solo por estos caminos". Cinco senderistas franceses ciegos o con problemas de visión cruzaron esta semana los Vosgos prácticamente solos, con un bastón blanco y un sistema de GPS que podría ayudar a mejorar la vida de millones de personas.

A través de campos y bosques de estas montañas del este de Francia, los participantes recorrieron unos 80 kms en seis días, sin necesidad de un guía, como suele ser lo habitual.

El teléfono, que llevan en un pequeño bolso en el pecho y funciona como GPS, les indica cada cierto tiempo los giros y bifurcaciones del sendero.

"Punto 15, 11H, 194 M", dice la voz sintética del GPS. Esto significa que en menos de 200 metros tendrán que girar a "a 11H" (ligeramente a la izquierda).

El itinerario, muy preciso, ha sido digitalizado por donantes de la Federación Francesa de Senderismo, que también han registrado en el sistema los obstáculos que hay en el camino.

"Lo que resulta difícil es encontrar con el bastón el curso exacto del sendero", observa Jean-Claude Heim, de 63 años, un habituado a las marchas de a dos, que utiliza por primera vez este tipo de marcha autónoma.

"Hay que estar muy concentrado", agrega con una sonrisa este antiguo profesor, ciego de nacimiento. Una concentración que impide disfrutar de "todo lo que se puede recuperar del paisaje: los olores, las sensaciones táctiles, la lluvia, el canto de los pájaros..."

"El senderismo es un excelente ejercicio que permite recobrar confianza en uno. Es formidable sentir este sentimiento de libertad", dice Nicolas Linder, de 30 años, mientras detecta el sendero con su bastón blanco.

El sistema "Navi'Rando", un juego de palabras en francés que mezcla la palabras navegar y senderismo, podría desempeñar un papel crucial para ayudar a los deficientes visuales a ganar autonomía, ya que el "95% tiene problemas para salir de casa" sin asistencia, dijo el joven. 


- Cambiar la mirada sobre la discapacidad -

"La etapa posterior, es tratar de que esto funcione en todos los lugares, incluso en los que no se capta la señal del GPS", explica Jesús Zegarra, un ingeniero electrónico que trabaja desde hace cinco años en este proyecto en la Universidad de Estrasburgo (este).

Para ello, el teléfono inteligente tendrá que tomar el testigo, es decir, el giroscopio, el acelerómetro y hasta el barómetro (para medir las variaciones de altitud). "Así se podría imaginar a los ciegos desplazándose solos por los pasillos del metro", dice Zegarra.

Mientras tanto, el sistema GPS ya se utiliza en zonas urbanas, en la calle. "Con eso, me permito estar menos concentrado, ya no estoy obligado a contar mis pasos para saber en qué momento cambiar de dirección", explica Clément Gass, de 27 años, que ya tenía la costumbre de caminar solo todos los días por las calles de Estrasburgo para ir de su casa al trabajo.

El 13 de junio, este deportista casi ciego utilizó el "Navi'Rando" en una primicia mundial. Recorrió 26 km entre 219 practicantes con vista.

"Esperamos que esta aplicación ayude a cambiar la mirada que se tiene sobre la discapacidad y a mejorar el acceso al empleo de los deficientes visuales", dice Laurence Rasseneur, profesor investigador en la facultad de ciencias del deporte de Estrasburgo y miembro del equipo que puso a punto la aplicación.

Por el momento, el dispositivo es experimental. Pero sus promotores esperan que con el tiempo pueda equipar a un gran número de ciegos y personas con problemas de visión en Francia y en el extranjero. Los usuarios tendrán que recibir una formación para utilizarlos.

A este punto, "el desafío no es tecnológico, sino humano", dice Rasseneur. "Se trata de una evolución cultural que asumir. Se necesitan pioneros para demostrar que es posible".

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