Renzo Giner Vásquez

El éxodo migratorio que ha desencadenado la invasión de a no solo ha generado una crisis humanitaria en la que más de 4 millones de ucranianos han tenido que abandonar su país, sino también una crisis de seguridad. Ante ello, la Europol informó que ha desplegado operativos en todos los países miembros de la Unión Europea (UE) que comparten fronteras con Ucrania.

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Lituania, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Moldavia ya cuentan con personal de la policía europea que se encarga de “apoyar a las autoridades nacionales con controles de seguridad secundarios e investigaciones en las fronteras exteriores europeas para identificar a los delincuentes y terroristas que intentan entrar en la UE en el flujo de refugiados y explotar la situación”, según la misma Europol.

Hungría espera un próximo despliegue similar. En todos estos casos, cabe resaltar, el apoyo de la policía europea se dio tras un pedido de los gobiernos de los países mencionados.

La labor de Europol, además, está acompañada de un levantamiento de información que les permita “anticiparse a los acontecimientos y coordinar las actividades operativas con los Estados miembros de la UE para responder a las actividades de los grupos delictivos que buscan sacar provecho de la guerra en Ucrania”.

Pero, ¿qué es la Europol y cómo las crisis migratorias previas les han enseñado sobre los potenciales riesgos en estas emergencias?

POLICÍA EUROPEA

La Organización de Aplicación de la Ley de la Unión Europea (Europol, por sus siglas en inglés) fue planeada desde 1992, en el Tratado de Maastricht, pero comenzó a operar recién dos años después como la Unidad de Drogas de Europol.

En 1995 comenzó a ampliar sus competencias y desde el 2002 abarca los campos de tráfico de drogas, tráfico de material radioactivo, rutas de migración ilegal, tráfico de personas, tráfico de vehículos, blanqueo de capitales, delitos internacionales graves, pedofilia y terrorismo, .

Con sus cuarteles generales en La Haya, Países Bajos, la Europol representa a las fuerzas policiales de los 27 miembros de la Unión Europea. Su trabajo se podría definir como el del nodo de todas las agencias policiales del bloque.

Es decir, Europol no tiene propiamente agentes sobre el terreno sino que se encarga de facilitar la coordinación entre la policía de cada país. Las naciones, por su parte, dedican una oficina policial exclusiva para coordinar con el organismo continental y tienen una representación en Europol.

En ese sentido, podríamos decir que el arma más poderosa de la Europol es la información con la que cuenta. Las bases de datos policiales de los 27 países concentradas en un mismo cerebro permiten brindar una respuesta más rápida y coordinada que es ejecutada por las fuerzas locales.

Además de ello, Europol también colabora con otros estados asociados y organizaciones internacionales.

Cuarteles generales de Europol en La Haya, Países Bajos.
Cuarteles generales de Europol en La Haya, Países Bajos.
/ Eva Plevier / Reuters

CRISIS DE SEGURIDAD

Tal como mencionamos líneas atrás, crisis humanitarias como las de Ucrania o del Mediterráneo son aprovechadas por organizaciones criminales para perpetrar delitos como el tráfico de personas o la infiltración de elementos que más tarde podrían cometer ataques en los países de acogida.

Para ejemplificar la labor de Europol ante estos escenarios retrocedamos hasta el 2015. Ese año estuvo marcado por la masiva llegada de refugiados desde Medio Oriente hacia el Viejo Continente.

Al menos un millón de personas escaparon de los conflictos en Siria, Afganistán o Irak hacia Europa cruzando el mar Mediterráneo o siguiendo la ruta de Turquía hacia las islas griegas en busca de refugio.

El 90% de ellos conseguía llegar luego de pagar a traficantes de personas. Estas redes criminales se embolsaron entre 3 mil y 6 mil millones de euros ese año bajo esta modalidad, .

En respuesta a ello, Europol anunció el lanzamiento de un nuevo Centro contra el Tráfico de Migrantes. Ese mismo año, la policía europea consiguió identificar a 30 mil presuntos traficantes de personas.

Para el 2016 la cifra bordeaba los 55 mil sospechosos, un año después se sumaron 10 mil nombres más y para el 2018 se tenía registro de 65 mil traficantes de personas, .

Pero el 2015 no solo fue el año de la crisis migratoria, sino también el de los atentados terroristas en Europa.

Ambos fenómenos fueron relacionados por gran parte de la población y aprovechados por grupos radicales de extrema derecha para condenar la apertura europea hacia la recepción de migrantes. Sin embargo, , Europol señala que “no hay evidencia concreta de los que terroristas utilicen sistemáticamente el flujo de migrantes hacia Europa para pasar desapercibidos”.

Sin embargo, en algunos incidentes se han identificado a terroristas que se aprovecharon del flujo migratorio para entrar a la UE. En las investigaciones de los ataques en París del 13 de noviembre (del 2015), se encontró que dos de los atacantes habían ingresado a la UE por Grecia como parte del grupo de refugiados provenientes de Siria”, complementa el informe.

Por otro lado, la policía europea alertaba que un riesgo inminente era la posibilidad de que los refugiados se vuelvan vulnerables a grupos que los radicalicen dentro del mismo país de acogida o sean reclutados por extremistas.

La respuesta de la policía europea fue la creación del (ECTC, por sus siglas en inglés) en enero del 2016. Esta nueva oficina no solo se encarga de facilitar el intercambio de información entre países miembros sino que además monitorea las redes sociales en busca de alertas sobre grupos radicales dentro de la UE.

Además, el ECTC contempla el despliegue de oficiales en “puntos calientes” de migración, que será precisamente lo que harán ahora en Ucrania.