A pedido de Kiev, a inicios de marzo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU empezó a evaluar la situación de la guerra entre y . Se planteó entonces revisar las violaciones a los DD.HH. desde el 2014, cuando el Kremlin invadió la península de Crimea.

En la cumbre, Estados Unidos pidió la palabra. El secretario de Estado, Antony Blinken, aprovechó la ocasión para señalar a Moscú y de “violar el Derecho Internacional por su invasión militar sobre Ucrania” y deslizó “la posibilidad de expulsar a los rusos de este organismo internacional”.

Cabría preguntarse si un Estado miembro de la ONU que intenta tomar otro Estado miembro de la ONU mientras se cometen horribles abusos de los Derechos Humanos y se provoca un masivo sufrimiento sobre civiles merece seguir en este Consejo”, cuestionó Blinken.

Sin embargo, no hubo respuesta concreta: Rusia sostenía así su segundo año de mandato en el Consejo, utilizando su veto para evitar cualquier problema.

En paralelo, a mediados de marzo Rusia dejó de ser miembro del Consejo de Europa, organismo “que defiende los derechos humanos y los principios democráticos”.

Primero la suspendieron () y, justo antes de expulsarla por violar el “estatuto y del Convenio Europeo de Derechos Humanos”, los de Vladimir Putin el Consejo.

Ahora, EE.UU. vuelve al ataque: esta vez, su embajadora en las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, anunció que pedirá a la Asamblea General que suspenda a Rusia del Consejo de Derechos Humanos en respuesta a la matanza de civiles en Bucha.

Masacre de civiles

La agencia AFP recuerda que los rusos ocuparon la ciudad de Bucha desde el 27 de febrero, y que recientemente la abandonaron, permitiendo el ingreso de las tropas ucranianas.

Y lo que se ha encontrado ha sido de terror. Anatoly Fedoruk, alcalde de la ciudad, denunció que “cerca de 300 personas fueron enterradas” en fosas comunas. En tanto que el diario Pravda que se encontraron entre “330 y 340 cuerpos, pero hay más”.

Reuters agrega:

Un alto funcionario de la alcaldía de Bucha dijo que 50 de los 300 cuerpos encontrados después de que las fuerzas del Kremlin se retiraron fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por las tropas rusas”.

El Kremlin ser el culpable de la masacre a civiles y denuncia que los videos y las fotografías bien podían haber sido falsificadas.

Es ahí que las palabras de la delegada de EE.UU. en la ONU, cobran sentido.

Mi mensaje para los 140 países que valientemente se mantuvieron unidos es: las imágenes de Bucha y la devastación en Ucrania nos obligan a unir nuestras palabras con la acción”, dijo Thomas-Greenfield.

¿A qué se refiere?

Hasta la fecha y desde que se inició la guerra, recuerda Reuters, la Asamblea General de la ONU ha publicado dos resoluciones firmadas por 140 países denunciando a Rusia. Moscú, por su parte, se ha defendido aludiendo que no se trata de una guerra, sino de una “operación militar especial” para defenderse de Ucrania.

¿Será que esta vez se logrará suspender al Kremlin?

Existe un precedente. En marzo del 2011, la Asamblea reaccionó a la violencia ejercida por el entonces líder de Libia, Muamar Gaddafi, en contra de los manifestantes (“ejecuciones extrajudiciales, arrestos arbitrarios, detención y tortura de opositores”). En consecuencia, se suspendió al país de forma unánime.

Según la , para que esto vuelva a pasar se necesita, al menos, del “apoyo de dos terceras partes” de la Asamblea.

Voluntarios ayudan a recoger los cuerpos de las víctimas de la masacre de Bucha. Fotografía de hoy. AP
Voluntarios ayudan a recoger los cuerpos de las víctimas de la masacre de Bucha. Fotografía de hoy. AP
/ Efrem Lukatsky

Una misión no tan sencilla

Al respecto, lo primero que el analista Norberto Barreto comenta es la incongruencia de tener a Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. “No debió serlo nunca porque nunca los defendió”.

Y no solo eso, sino que en su territorio no se tolera la disidencia ni a las minorías LGTB ni a la prensa. En Chechenia, Osetia, Georgia y Siria tampoco los respetaron. Es una hipocresía total”.

Sobre la posibilidad de la suspensión, añade: “Habría que ver si Estados Unidos tiene la suficiente influencia para que esos 140 países voten a favor. Yo tengo mis dudas”.

Barreto agrega que no hay mucho sentido en seguir ese camino y se pregunta qué sentido tiene hacerlo. “¿Qué resolvería esta medida? Nada, es un hecho simbólico y con un gran coste diplomático. Rusia no se va a portar mejor que ahora”.

Porque Bucha no es la primera muestra del ataque en contra de los derechos de los refugiados ucranianos; habría que recordar a “la gente que salió de Mariúpol y tuvieron que pasar por controles rusos donde les robaron” y más.

Pero de lo que Barreto está seguro es no es conveniente seguir marginando al Kremlin. “Cuando acorralas a una fiera, esta no se vuelve más racional sino que, al contrario, empieza a dar más zarpazos”.

Esta guerra se tiene que solucionar diplomáticamente, y Estados Unidos debería empezar a moderar su lenguaje. Tal como va la situación, pareciera que le interesa un cambio de régimen en Rusia. En todo caso, si se busca que Putin se siente a negociar, habría que darle algo y no quitarle más cosas”.