Los restos de un submarino alemán de la I Guerra Mundial están emergiendo gradualmente en una playa en el norte de Francia después de décadas enterrado en la arena.
El desplazamiento de la arena en Wissant, cerca de Calais, está dejando a la vista los restos del UC-61, que quedó varado allí en julio de 1917.
La tripulación inundó el submarino y lo abandonó, y quedó prácticamente enterrado en su totalidad.
Ahora, se está convirtiendo nuevamente en una atracción turística.
Desde diciembre, dos secciones del submarino son visibles durante la marea baja, a unos 100 metros del arenal.
"Los restos son visibles brevemente cada dos o tres años, dependiendo de las mareas y del viento que conduce a los movimientos de arena, pero con una buena ráfaga de viento, el naufragio volverá a desaparecer", dijo el alcalde de Wissant, Bernard Bracq.
Sin embargo, el guía turístico local Vincent Schmitt cree que los vientos y las mareas podrían llevar a que el UC-61 quede aún más expuesto.
"Todos los residentes de Wissant sabían que había un submarino aquí, pero el naufragio había quedado bajo el sedimento y por lo tanto invisible", dijo.
"Las piezas vuelven a aparecer de vez en cuando, pero esta es la primera vez que descubrimos tanto".
Los submarinos alemanes atacaron a los buques aliados durante la Primera Guerra Mundial, hundiendo cientos de embarcaciones.
Los historiadores dicen que al UC-61 se le atribuyó el hundimiento de al menos 11 barcos, ya sea colocando minas o disparando torpedos.
En su último viaje, el submarino había dejado Zeebrugge, en Bélgica y se dirigía a Boulogne-sur-Mer y Le Havre para poner minas cuando encalló.
Los 26 tripulantes se rindieron a las autoridades francesas.