Manila. Tres de los principales acusados por la masacre de Maguindánao, la mayor matanza de periodistas de la historia ocurrida en Filipinas en 2009, fueron condenados este jueves a cadena perpetua tras un juicio que ha durado diez años.
Los hermanos Andal Jr. Ampatuan y Zaldy Ampatuan, y su familiar cercano Anwar Ampatuan, fueron condenados de por vida o hasta 40 años tras ser declarados culpables de 57 delitos de asesinato por su participación en la masacre, en la que murieron 58 personas, 32 de ellas periodistas.
Sin embargo, el tercer hermano Ampatuan, Sajid, fue absuelto por falta de pruebas sobre su implicación a la hora de urdir el plan para acometer el episodio más sangriento de violencia electoral en Filipinas.
El 23 de noviembre de 2009, los periodistas se unieron al convoy de familiares y partidarios que iban a acompañar a Esmael “Toto” Mangudadatu a presentar su candidatura a gobernador de la provincia de Maguindánao, puesto tradicionalmente controlado por el poderoso clan de los Ampatuan y que esas elecciones se disputaría con Andal Jr., primogénito Andal Sr. Ampatuan, patriarca del clan y exgobernador.
El convoy -en el que no viajó Mangudadatu pero sí su esposa, padres y hermana- nunca llegó a su destino porque todos ellos fueron secuestrados, asesinados y enterrados en una fosa común por unos 200 hombres al servicio de los Ampatuan -incluidos policías y soldados- en la ciudad del mismo nombre.
Dos testigos clave situaron a Andar Jr. en la escena del crimen como uno de los autores materiales.
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Entre la lista inicial de acusados también figuraba el patriarca del clan, Andal Sr., que falleció en 2015 antes de ser juzgado.
Antes de la lectura del fallo, familiares de las víctimas se mostraron confiados en que habría una sentencia condenatoria para los 101 acusados en este caso, considerado en Filipinas como “el juicio de la década”.
“Esperamos un veredicto de culpabilidad para el 100 por cien de los acusados, los hermanos Ampatuan y todos los que participaron en ese baño de sangre”, señaló a Efe Mangudadatu, que era el objetivo principal de la matanza.
“No podemos aceptar menos que eso”, insistió Mangudadatu a su llegada a la prisión de Camp Bagong Diwa en Manila, donde los principales acusados están detenidos y en cuya sala judicial se leyó la sentencia.
Noemi Parcon, esposa del periodista asesinado Joel Parcon, indicó antes de la lectura del veredicto que todos los familiares estaban “emocionalmente preparados” para aceptar cualquier veredicto.
“Con todas las prueba presentadas, sería una bofetada para el sistema judicial de Filipinas, si no ganamos el caso”, matizó a Efe.
“Los quiero ver a todos condenados porque fue un asesinato a sangre fría. Todos los Ampatuan, sería una decepción si no es así”, señaló Gloria Teodoro, cuyo marido, Andres Teodoro, editor jefe del periódico regional Mindanao Inquirer, también fue asesinado en la matanza.
De los 197 sospechosos iniciales, 117 fueron arrestados y 101 estaban pendientes de condena tras el juicio por el que han pasado 357 testigos, mientras que los otros 80 nunca fueron imputados.
Fuente: EFE