Los días previos a cumplir un año en la presidencia de Chile, no han sido fáciles para el gobierno de Gabriel Boric.
El miércoles 8 de marzo, el Ejecutivo sufrió un duro revés, cuando la Cámara de Diputados rechazó su propuesta para legislar una reforma tributaria, uno de los proyectos más emblemáticos de la actual administración.
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El gobierno reaccionó con frustración y aseguró que este fracaso legislativo pone en peligro el financiamiento de importantes reformas sociales, como el aumento de la Pensión Garantizada Universal, la reducción de las listas de espera en los hospitales y el incremento de los recursos para la salud primaria, entre otras.
"Pareciera que los objetivos de algunos son pegarle al gobierno e impedir los cambios", dijo el presidente Boric, tras la decisión del parlamento.
El rechazo de esta emblemática reforma refleja de alguna manera las enormes complejidades que Boric ha tenido que afrontar en su primer año al mando de Chile.
Con una oposición vociferante, el presidente y sus ministros han sido flanco de duras críticas por parte de sus adversarios, quienes insisten, entre otras cosas, en la inexperiencia del gobierno para manejar el país.
También han sido protagonistas de errores no forzados y traspiés, que han provocado que Boric tenga que sacrificar a su círculo más íntimo del gabinete, instalando a parte de la centroizquierda tradicional en el corazón político del gobierno.
De hecho, este viernes anunciará el que será su segundo cambio de gabinete.
La aprobación del presidente tampoco ha estado de su lado, con niveles por debajo el 30% en los últimos meses, aunque la encuesta Cadem publicada el 5 de marzo mostró signos de mayor adhesión, alcanzando un 35%, su mejor desempeño desde septiembre de 2022.
Pero en medio de las dificultades del primer año, Boric ha tenido logros en materia de gestión económica, ha podido sacar adelante algunas de sus políticas sociales y medioambientales, item en el que destaca el anuncio del cierre definitivo de la fundición de Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile) ubicada en la localidad de Ventanas (Valparaíso).
En BBC Mundo, te presentamos algunos de los avances más relevantes y los desafíos que el Ejecutivo tiene por delante.
1. Economía:
En contra de las expectativas, 2022 terminó con buenas noticias en el ámbito económico para Chile.
El gobierno de Boric logró un superávit fiscal, algo que no se observaba desde hace una década en el país sudamericano.
El saldo positivo en las cuentas fiscales se explica por un importante ajuste del gasto público tras el fuerte desembolso realizado en los años 2020 y 2021 para hacer frente a la pandemia de covid-19.
También hubo ingresos importantes del cobre y el litio, cuyos mercados se reactivaron.
Por otra parte, la inversión extranjera también dio buenas señales en 2022, superando los US$17 mil millones, su registro más alto desde 2015, según la agencia InvestChile.
Y, ahora, la inflación parece estar tendiendo a la baja. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una sorpresiva caída en febrero de -0,1%, cuando el mercado esperaba un alza de hasta 0,4%.
"Son datos para alentarnos a seguir por el camino por el que vamos, que es un camino de estabilización de la economía, de manejo responsable de las finanzas públicas, de reducción de la incertidumbre", ha asegurado el ministro de Hacienda, Mario Marcel, uno de los secretarios de Estado mejor evaluados del gabinete.
Javier Sajuria, doctor en ciencias políticas y académico de la Queen Mary University of London, le dice a BBC Mundo que "definitivamente el manejo de la economía, en un tiempo muy turbulento, es el principal logro del gobierno de Boric".
"Boric ha tenido mucha resistencia y hostilidad por parte del empresariado chileno y aún así ha logrado estabilidad económica en medio de un escenario internacional complejo. Y creo que hay una directa relación entre los esfuerzos del gobierno en esta materia y los resultados que vemos ahora", agrega.
El desafío ahora es 2023, un año que se vislumbra difícil para las economías del mundo y que, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), puede pegarle fuerte a Chile pues, según sus proyecciones, será el único país que sufrirá una contracción económica en América Latina.
2. Agenda social:
El mayor acceso de las personas a los derechos básicos -como salud, educación, vivienda o pensiones-, está en el corazón del programa de gobierno de Boric.
Y si bien aún falta sacar adelante las grandes reformas que van en esa línea, durante este primer año ha habido algunos avances importantes.
Uno de ellos es la gratuidad total en las atenciones de salud (que incluye urgencias que requieren hospitalización), para aquellas personas que se atienden en los centros del sistema público de Salud (Fonasa), lo que representa casi un 80% de la población.
La gratuidad se alcanzó al ponerle fin al copago, que obligaba a los usuarios a pagar un porcentaje de las prestaciones.
El sistema Fonasa divide a sus usuarios en cuatro tramos: A, B, C y D, según los ingresos de cada cual.
La medida de Boric beneficia particularmente a las personas que pertenecen a los tramos C y D (alrededor de 5 millones), pues los del tramo A y B (que son los de más bajos ingresos) ya podían recibir atención a costo cero.
“La salud tiene que ser un derecho que no esté condicionado por el tamaño de las billeteras de las familias”, dijo Boric al anunciar la medida, que implica una inversión fiscal de unos 21 millones de dólares al año.
El especialista en Salud Pública y médico internista, Juan Carlos Said, le explica a BBC Mundo que esta política “beneficia a un número importante de personas que antes tenían que poner ese dinero de su bolsillo”.
“Esta es una ayuda social a la vena para las personas que más lo necesitan. Quizás no es una gran reforma de salud, pero era necesario y va en línea con las recomendaciones generales de salud pública”, indica.
La administración de Boric también logró implementar otra medida que apunta a aliviar la carga económica de las familias que pertenecen a Fonasa: el aumento de los convenios para rebajar el precio de los medicamentos.
Esto permitió aumentar de 2.700 a 6.900 los remedios con descuentos, según el gobierno.
3. Sueldo mínimo:
Si bien el compromiso de campaña de Boric es aumentar el salario mínimo a $500.000 pesos chilenos (US$625) de aquí al fin de su mandato, en este primer año de gobierno consiguió un incremento significativo y que va en línea con su promesa.
Gracias a un acuerdo con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el gobierno logró el reajuste más grande en 29 años, alcanzando los $400.000 (US$500).
El nuevo salario mínimo, que comenzó a regir en agosto de 2022, beneficia a cerca de 800.000 trabajadores, según datos del gobierno.
Si se le compara con otros países de la región, Chile es hoy una de las naciones con el salario mínimo más alto después de Costa Rica y Uruguay, de acuerdo con Bloomberg.
“Cuando distribuimos de mejor manera la riqueza, podemos generar mayor cohesión, y ese es el objetivo de nuestro Gobierno, generar mayor cohesión social”, señaló Boric al anunciar el reajuste.
El incremento del salario mínimo ha sido uno de los momentos de mayor acuerdo entre Boric y la oposición, que apoyó casi de forma unánime la medida en el parlamento.
Algo que el propio Boric destacó cuando anunció este cambio: “Cuando conversamos, cuando dialogamos, cuando llegamos a acuerdos, mejora la calidad de vida de los chilenos y chilenas”.
Desafíos
1. Aprobación de reformas y proyectos clave:
El programa de gobierno de Gabriel Boric depende en gran medida de la aprobación de algunas reformas y proyectos clave.
Entre ellas, la mencionada reforma tributaria, rechazada esta semana por la Cámara de Diputados. Por eso, la estrategia para intentar revivir esta iniciativa -que pretendía recaudar un 3,6% del PIB en régimen- será clave en los próximos días.
El panorama, sin embargo, no se ve alentador, pues los diputados rechazaron la “idea de legislar” de la reforma, con lo cual el gobierno deberá esperar un año para volver a presentar una propuesta de este tipo.
Otra opción sería insistir en el Senado, pero la propia ministra secretaria general de la presidencia, Ana Lya Uriarte, ha dicho que “no tiene sentido”, pues no tienen los votos necesarios para sacarla adelante (dos tercios de la Cámara Alta).
Por otro lado, también son importantes la reforma previsional -que hoy se encuentra en trámite en el Congreso-, la de Salud -que apunta a la creación de un Sistema Nacional de Salud y que debería ser presentada a fines de este año- y otros proyectos emblemáticos, como el que busca reducir en 5 años la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
“Sería bueno que se comiencen a aprobar estas reformas y proyectos para que se recupere la confianza y para reflejar cierta capacidad de efectividad que está faltando”, le dice a BBC Mundo Isabel Castillo, doctora en Ciencias Políticas y académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile.
“Es un gobierno que ha tenido mucha dificultad, sobretodo en ordenar sus filas. Por eso, tener algún logro en ese sentido es un desafío muy importante”, agrega.
2. Proceso constitucional:
Quizás el momento más complejo del primer año de Boric ocurrió el 4 de septiembre del año pasado, cuando un 62% de los chilenos decidió rechazar la propuesta de nueva Constitución.
El texto -que pretendía transformar profundamente la institucionalidad chilena- era apoyado por el gobierno y por eso su derrota también fue vista como un fuerte golpe a la actual administración.
Ahora, el desafío está en el segundo intento por reformar la Carta Fundamental.
Actualmente, un comité paritario de expertos está trabajando en un borrador que se le entregará a una asamblea que será elegida el próximo 7 de mayo por todos los chilenos.
El proceso finalizará el 17 de diciembre con un plebiscito de salida, donde nuevamente la ciudadanía decidirá si lo aprueba o rechaza.
"El objetivo de Boric es completar ese proceso y que ojalá sea significativo, y no una Constitución gatopardística que cambia cosas para seguir igual", le indica a BBC Mundo Rodrigo Mardones, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de Chile.
El académico e investigador afirma que para lograr este desafío, Boric se enfrentará a un problema importante: la fatiga electoral.
"La gente no quiere más, no quiere saber más elecciones. La tarea estará en reencantar a la gente para que se enganche en este nuevo proceso, para que vote en la elección de los nuevos convencionales y en el plebiscito", asevera.
3. Seguridad:
Lo dicen todas las encuestas: la seguridad es hoy una de las mayores prioridades para los chilenos.
A pesar de que la victimización se ha mantenido (de acuerdo con el último sondeo de Paz Ciudadana, el 32% de los hogares dice haber sido víctima de robo o intento de robo, lo que no representa un cambio respecto a los últimos años), la percepción de temor se ha disparado.
Un 28% declaró tener un nivel de temor alto, lo que representa la cifra más alta en 22 años.
"Es un tema muy complejo. La percepción de temor es mucho más alta que las cifras reales de victimización, y creo que ahí está el gran desafío: el que la gente pierda el miedo, que se sienta más segura. Y eso es muy difícil porque no es tan racional", dice Isabel Castillo.
Por su parte, Cristóbal Bellolio, doctor en filosofía política y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, indica que "la seguridad pública es crucial".
"Tiene que terminar de ser la gran y principal preocupación de los chilenos porque una sensación de que la delincuencia campea es muy mala para el gobierno. Y abre la puerta al populismo de derecha", dice a BBC Mundo.
En este punto, los expertos coinciden en que la crisis migratoria -que recientemente llevó a Boric a militarizar la frontera norte del país- y la violencia rural en la Macrozona Sur (que comprende la zona mapuche en La Araucanía), son clave.
Respecto a la Macrozona Sur, la fiscalía regional afirmó recientemente que la violencia disminuyó un 43% en 2022 en relación al año 2021. Sin embargo, es un problema que sigue preocupando fuertemente a todos los sectores políticos.
“Es un conflicto que requiere de la articulación de muchos sectores, más allá de la inteligencia policial. No tiene una respuesta fácil, siempre es un desafío”, concluye Rodrigo Mardones.