Milagros Asto Sánchez

Un día después de que la oposición bloqueara las calles de las tres ciudades más importantes del país, el presidente boliviano Luis Arce, visiblemente exaltado, se dirigió la mañana del martes a una multitud de seguidores en la región central de Cochabamba. Y lo hizo flanqueado por su antecesor Evo Morales, que ha aprovechado el aumento de la tensión para dejar en claro que su poder político sigue ahí.