Brumadinho [AFP]. La localidad de Brumadinho, en el sudeste de Brasil, rindió este sábado un sentido homenaje a los 270 muertos que dejó hace un año la rotura de un dique minero.
Todavía en duelo por un desastre que deja hasta hoy 11 desaparecidos en el torrente de lodo que sepultó gran parte de la región, unas 300 personas, entre familiares y autoridades del estado, pusieron la primera piedra del memorial de las víctimas, que estará ubicado a los pies del dique Córrego do Feijao.
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Propiedad del gigante minero Vale, el dique cedió el pasado 25 de enero cerca del mediodía, provocando también una catástrofe ecológica por el impacto de los 12 millones de metros cúbicos de lodo cargado con residuos mineros que se desprendieron.
A las 12:28, el momento exacto de la rotura, varios miles de personas hicieron, entre lágrimas, un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas en la entrada de Brumadinho, donde se expusieron las fotos de los muertos, tras lo cual fueron soltados cientos de globos rojos y blancos hacia el cielo.
Poco antes se celebró una caminata hacia ese punto, donde fue colgada una gran pancarta con la frase “365 días de sufrimiento e impunidad”.
En un mensaje divulgado en las redes sociales, el papa Francisco pidió una oración por los "hermanos y hermanas que han quedado sepultados", y lamentó "la contaminación de toda la cuenca fluvial".
Los actos de homenaje se celebran en medio de otra tragedia que está golpeando al estado de Minas Gerais. Las fuertes lluvias de los dos últimos días ya se han cobrado al menos 11 víctimas mortales, siete heridos y varios desaparecidos consecuencia de deslizamientos y derrumbes de casas.
“Cicatrices profundas”
Las marcas del siniestro siguen siendo muy visibles en el entorno de Brumadinho, donde los bomberos buscan sin tregua a los 11 desaparecidos.
Al rastro de viviendas abandonadas y poblaciones desplazadas, se suma el drama de los pescadores y agricultores a quienes se prohibió ejercer su oficio por la contaminación de las cuencas de los rios Paraopeba y Alto San Francisco, vitales para la zona.
Según un informe de la ONG Fundación SOS Mata Atlántica divulgado el jueves, estos ríos siguen mostrando las "cicatrices profundas" del desastre, tras detectar que la calidad del agua es "mala o pésima" en 20 de los 21 puntos analizados.
Brumadinho, una localidad de unos 40,000 habitantes, ya nunca será la misma, pese a las millonarias indemnizaciones de unos 2,000 millones de reales (unos US$480 millones) que Vale fue condenada a pagar.
El martes, la fiscalía de Minas Gerais acusó a su expresidente y otros ejecutivos de esa época de homicidio intencional y a la firma alemana TÜV SÜD de crimen ambiental por ocultar los riesgos del dique.
Tanto las autoridades de Minas Gerais como Vale reforzaron los protocolos de seguridad para la extracción de minerales, y pusieron en marcha planes de evacuación de emergencia en áreas cercanas a los diques “en riesgo”.