La Paz. [AFP]. Un juzgado de Bolivia rechazó este jueves la solicitud de libertad presentada por Carlos Romero, un poderoso ministro del expresidente Evo Morales, en un proceso previo a su comparecencia ante un juez por un caso de corrupción.
Romero fue “aprehendido” el martes por orden de la fiscalía y conducido a celdas judiciales, lo que técnicamente no se considera como una detención.
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“El juez ha llegado al razonamiento lógico y la sana crítica de denegar la acción de libertad (...) por lo que sigue en calidad de aprehendido”, declaró el fiscal Rudy Terrazas.
La fiscalía imputa a Romero los delitos de incumplimiento de deberes y uso indebido de influencias en un proceso por corrupción en la estatal Unidad Ejecutora de Lucha Integral Contra el Narcotráfico (UELICN).
Según la imputación, Romero tuvo conocimiento de las irregularidades cometidas en esa entidad desde el 2013.
“Yo soy inocente”, exclamó Romero, exministro de Gobierno (Interior) ante periodistas cuando era conducido por policías a su audiencia. “Tengo muchas cosas que decir (..), pero no puedo hablar, no tengo condiciones”, agregó.
El exministro de Morales comparecerá el viernes ante el juzgado primero anticorrupción que definirá “medidas cautelares” para él. “Ahora es el juez cautelar que debe definir su situación jurídica procesal”, remarcó el fiscal Terrazas.
Tras evaluar los alegatos, el juez cautelar determinará si lo detiene en la cárcel mientras transcurra su proceso, le da arresto domiciliario o lo deja defenderse en libertad de los delitos de los que se le acusa.
El martes pasado, Romero fue escoltado por policías desde el hospital donde estaba convaleciente para que fuera a declarar a la fiscalía y respondiera por esos cargos.
El exministro, de 53 años, fue ingresado el sábado a un centro médico de La Paz, con un cuadro de deshidratación, hipertensión y depresión. Romero denunció haber permanecido “secuestrado” en su casa por civiles contrarios a Morales que le impedían el ingreso de alimentos y bebida.