Tegucigalpa, Honduras (AP)
Las autoridades hondureñas arrestaron el martes en el sur del país a un ex funcionario prófugo desde hace meses acusado de malversar alrededor de 350 millones de dólares del sistema de seguridad social.
"Esta madrugada se ha capturado a Mario Zelaya, exdirector del seguro social", dijo el presidente Juan Orlando Hernández en una intervención televisiva en la que elogió la colaboración de la policía militar, la policía nacional, la Fiscalía General y la Dirección de Inteligencia del Estado en el arresto.
El mandatario agregó que "se encuentra en manos de la policía militar de orden público y será puesto a la orden de la justicia".
Ricardo Núñez, el fiscal a cargo de la investigación, dijo que no descartaba más arrestos y que Zelaya está detenido en dependencias militares en Tegucigalpa.
Pero su abogado defensor Marcelino Vargas aseguró en entrevista a The Associated Press que Zelaya fue detenido el lunes en Managua por dos hombres encapuchados que lo trasladaron en vehículo a la frontera con Honduras y lo entregaron allí a las autoridades de este país.
El gobierno ofreció en marzo 50.000 dólares a quien ofreciera información sobre el paradero de Zelaya.
¿POR QUÉ ERA EL MÁS BUSCADO?
Está acusado de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario, malversación de caudales públicos, cohecho, lavado de activos y fraude.
Según el Ministerio Público, se habría gastado de manera fraudulenta al menos 120 millones de dólares provenientes de la caja destinada a la compra de medicamentos, insumos para el sistema sanitario y el pago de pensiones de vejez e invalidez.
El importe de los fondos desviados podría alcanzar los 210 millones de dólares, según el Ministerio Público.
El sistema se basaba en una sobrevaloración de los productos y servicios requeridos por la seguridad social hondureña con sobreprecios de más de 100% a empresarios locales que a su vez pagaban comisiones a los funcionarios y al menos a un partido político que el Ministerio Público no ha querido revelar.
Se compraron ambulancias en 700.000 dólares la unidad cuando valían mucho menos de la mitad, camas hospitalarias que se pagaban a 50.000 dólares cuando su costo real no alcanzaba los 5.000 o servicios informáticos que nunca se prestaron y medicamentos no sólo de precios inflados sino inservibles.
El Instituto Hondureño de la Seguridad Social, de donde salieron los fondos robados, cuenta con alrededor de 900.000 beneficiarios de pensiones.
En el país, solo 14% de la población activa está cubierta con una jubilación de la seguridad social y recibe en promedio el 50% del salario mínimo, unos 170 dólares al mes.
Zelaya no es el único funcionario implicado en el desfalco de los fondos de pensiones de los trabajadores hondureños. El Ministerio Público informó de que se investiga a unos 400 funcionarios por estos delitos.