América Latina se declaró zona libre de armas nucleares y agresiones fronterizas, y los gobiernos se comprometieron a resolver los conflictos internos o con sus vecinos de forma pacífica.
El compromiso firmado por los 33 países de la región fue el primer documento que resultó de la II Cumbre de Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac) que reunió a todos las naciones del continente, excepto Estados Unidos y Canadá.
"Declaramos a América Latina y el Caribe como zona de paz basada en el respeto de los principios y normas del derecho internacional", leyó el mandatario Raúl Castro, anfitrión de la cita. El texto rubricado por los gobernantes indicó además que se solucionará de manera "pacífica las controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región".
Los Estados también se comprometieron a "no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro" y "observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos".
El documento indicó que las naciones tienen el derecho de darse a sí mismas el sistema político, económico y social que lo deseen y convivir amistosamente, independientemente de sus diferencias y diversidades.
Al término de la reunión, el presidente de Cuba, Raúl Castro, entregó la presidencia pro témpore de la Celac a la mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla.
Respaldo a Cuba
Durante la cumbre, Cuba recibió un espaldarazo de América Latina y el Caribe, a lo que se sumó el anuncio de la Unión Europea (UE) de negociar un nuevo acuerdo con el gobierno de la isla comunista.
Los 33 países aprobaron la Declaración de La Habana, un documento que ratifica el apoyo del bloque al reclamo argentino sobre las islas Malvinas, rechaza el embargo de Estados Unidos contra Cuba y que la isla figure en la lista negra de Washington como país que apoya el terrorismo, entre otros puntos.
Asimismo, y por primera vez en 50 años, la Organización de Estados Americanos (OEA) estuvo presente en La Habana con su secretario general José Miguel Insulza participando en la cita. Cuba fue marginada de la OEA en 1962, organismo que integra Estados Unidos, y aunque en el 2009 el organismo levantó su veto, la isla se niega a volver.
También asistió el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien se reunió con Raúl Castro, con el líder histórico Fidel Castro y otros dirigentes para hablar sobre la detención de opositores.