Tuxtla Gutiérrez. El pidió perdón este lunes por la exclusión que han sufrido los indígenas, en una misa en el sur de México, donde pronunció palabras en una lengua autóctona de la región en San Cristóbal de las Casas.

"Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones (...) ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!", manifestó el pontífice.

Miles de indígenas vestidos con sus coloridos vestuarios acudieron al estadio con capacidad para 100.000 personas para escuchar la misa al pie de las majestuosas montañas de Chiapas (sureste).

Una comitiva de indígenas de distintas etnias le dio la bienvenida cuando bajó las escalinatas del avión, mientras niños ataviados con su colorida vestimenta tradicional le cantaban en español "bienvenido a casa".

El papa Francisco se encontró con el mundo indígena y presidió una misa en tres lenguas autóctonas, al emprender la tercera jornada de su visita a este país.

En la misa un indígena tzotzil oró en su lengua -por momentos entre las lágrimas- y las lecturas se pronunciaron en idiomas autóctonos.

"Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban", indicó Francisco que vestía la mitra y la casulla morada con bordados indígenas.

El papa Francisco se trasladó en helicóptero a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a unos 45 kilómetros de distancia, donde miles de indígenas lo esperaban para una gran misa en un espacio al aire libre donde se dispuso un escenario que conjuga elementos indígenas y mestizos.

El papa Francisco condenó hoy la opresión y exclusión de los indígenas y la expoliación de sus bienes naturales en una misa ante unas 100.000 personas en el corazón indígena de Chiapas.

Francisco celebró la misa al aire libre en San Cristóbal de Las Casas ante indígenas de distintas etnias de México y Guatemala, en mayoría vestidos con sus trajes tradicionales, y ante mestizos, en un escenario enmarcado por las montañas de los Altos de Chiapas.

En esta zona se alzó en armas en 1994 la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), bajo el liderazgo del "subcomandante Marcos", para exigir justicia y mejores condiciones de vida para las etnias, que viven en la miseria.

Francisco inició y terminó su homilía pronunciado en tsotsil una frase del salmo: "Li smantal Kajvaltike toj lek", que significa "la ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma".

"Esa es la ley que el Pueblo de Israel había recibido de mano de Moisés", dijo. "Un pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del faraón, que había experimentado el sufrimiento y el maltrato hasta que Dios dice basta".

El papa citó también una expresión del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, y afirmó que en ella "hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente".

"El desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos impactan a todos y nos interpelan. Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia", expresó Francisco en la homilía.

El Papa dijo que entre los pobres más abandonados y maltratados, "está nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto", añadió.

Francisco vistió ornamentos bordados con motivos indígenas y las distintas lecturas se leyeron respectivamente en chol, tsotsil y tseltal, mientras que con música de marimba (una especie de xilófono) se cantó la canción "Iglesia sencilla".

El primer papa latinoamericano, quien ya ofreció disculpas el año pasado a los indígenas por las masacres cometidas en su contra en la época colonial, festejó la cultura de las comunidades nativas mexicanas que a menudo los jerarcas de la Iglesia católica del país trataron de restar relevancia.
 


Francisco llega a la mitad de su viaje después de haber llamado la atención a los líderes políticos y a los jerarcas de la Iglesia para que enfrenten los males que corren al país, como la desigualdad, corrupción, violencia y narcotráfico.

Este lunes en Chiapas, la agenda del pontífice se vuelca con énfasis hacia las comunidades indígenas.

Desde la noche del domingo, miles de personas esperaron para escuchar la misa. A la 1 de la mañana del lunes las puertas del centro deportivo donde se oficiará fueron abiertas para permitir el acceso de los fieles.

"El papa busca la unidad, no hace diferencias entre las personas, dijo José Tránsito Aguilar, un indígena tojolabal. Dijo que viajó seis horas desde su comunidad de Lagos de Montebello.

"Él trae mucha paz, pero depende de los gobiernos que cambie esto", consideró el campesino.

Tras presidir una misa con los indígenas en un polideportivo de San Cristóbal de las Casas, el pontífice almorzará con algunos representantes de esos grupos y visitará posteriormente la catedral de ese municipio.

El Papa sabe de los desafíos de su Iglesia y de los conflictos ancestrales que ha tenido con los indígenas en Chiapas, un estado que también llama la atención por las grandes bolsas de pobreza. Algunos jerarcas eclesiásticos han visto como una distorsión la mezcla de catolicismo y la cultura autóctona en los servicios religiosos, que incluye el uso de ramas de pino, los huevos y la referencia a "Dios, Padre y Madre".

La incorporación de esos elementos indígenas sí contó con el respaldo del fallecido obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, quien entró en conflicto tanto con la jerarquía eclesiástica mexicana y el Vaticano por esa y otras cuestiones que le valieron el mote de "obispo de los pobres" y defensor de los derechos de los indígenas.

La misa del lunes incluyó lecturas, oraciones y cánticos en las tres principales lenguas indígenas de Chiapas: tzeltal, tzotzil y chol, que son habladas por poco más de un millón de personas, según el último censo nacional.

El Vaticano dijo que Francisco presentará una bula en la que autoriza el uso de lenguas indígenas, en un gesto de concesión de un Papa que no se ha abstenido de honrar causas y clérigos otrora marginados.

El papa culmina la jornada con un encuentro con familias en un estadio de fútbol en Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas.

Fuente: Agencias

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