Santiago de Chile. Un mapuche murió el martes en la conflictiva región chilena de La Araucanía, a menos de una semana de que Camilo Catrillanca, otro comunero mapuche, fuera baleado en la cabeza en un operativo policial cuyas imágenes fueron destruidas por un agente.
Una supuesta riña entre dos mapuches terminó con el fallecimiento de uno de ellos por heridas causadas con un machete.
La capitana de la policía Nicole Faúndez informó que miembros de un templo “impidieron que un grupo de personas incendiaran una iglesia evangélica, se produjo una riña... y resultó una persona fallecida”. El atacante no ha sido identificado y el fallecido es Walter Rain.
La familia de la víctima desestimó la versión policial y afirmó que el hecho no está vinculado con el conflicto mapuche que se vive en la región de La Araucanía, 700 kilómetros al sur de Santiago. La víctima vivía en la comunidad de Teodoro Schmidt, 750 kilómetros al sur de Santiago.
Imágenes de la televisión estatal mostraron a un hombre que se identificó como hijo del fallecido quien aseguró, hablando de espaldas a la cámara, que “fue un altercado... entre vecinos. Aquí no hubo ningún intentó de quema de iglesia ni nada”.
Según el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, en el contexto de una amenaza de quema de un templo evangélico “se gatilla esta riña con el lamentable fallecimiento de Walter Alejandro Rain” en una situación “de conflicto entre dos grupos familiares”.
Por la noche, Luis Mayol, intendente de La Araucanía, anunció en rueda de prensa que renuncia a su puesto por las presiones políticas de la oposición, especialmente de la Democracia Cristiana, que anunció una acusación constitucional en su contra.
Es probable que la salida de Mayol baje la presión sobre el gobierno que enfrenta su peor crisis desde que Sebastián Piñera asumió el poder en marzo, aunque parte de la izquierda opositora aspira a que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, también asuma su responsabilidad política por los hechos.
La policía está en el ojo de la tormenta desde que se conociera que cuatro policías que participaron en el operativo la semana pasada en el que murió un joven mapuche mintieron y uno de ellos destruyó la filmación del hecho.
Desde entonces se han registrado 101 atentados incendiarios y cortes de caminos en La Araucanía y en la vecina región de Bío Bío, en el sur.
La oposición de centroizquierda demanda la remoción del gobernador de La Araucanía y del ministro del Interior, responsable de la seguridad pública. El presidente Piñera blindó a ambos y les reiteró su confianza.
Tras la muerte del joven mapuche la semana pasada se multiplicaron las voces que demandan que se retiren del lugar un grupo de agentes especiales de la policía entrenados en Colombia, en el marco de la guerra antiterrorista, conocida como “Comando jungla”.
Las quejas contra la violencia policial son permanentes entre las comunidades mapuches y es común ver imágenes de televisión que muestran el profuso uso de gases lacrimógenos a pesar de la presencia de niños pequeños.
Ubilla aseguró a la prensa que desde 2011 se han registrado 2.895 acciones violentas en la zona que incluyen 920 incendios y 509 ataques a policías.
Una de las cinco prioridades que enumeró Piñera tras asumir el poder en marzo es lograr la paz en La Araucanía, lo que incluye una contradictoria política de diálogo con el reforzamiento de efectivos de fuerzas especiales como el “Comando jungla”.
Las comunidades mapuches de La Araucanía exigen la devolución de sus tierras ancestrales que perdieron después de resistir tres siglos la conquista española hasta que en el siglo XIX el Estado chileno los acorraló en el sur del país.
Fuente: AP