Colombia: Lo que se sabe del crimen contra la niña de 7 años
Colombia: Lo que se sabe del crimen contra la niña de 7 años

Aunque Rafael Uribe Noguera, el arquitecto de 38 años señalado por el crimen de la niña Yuliana Samboní, no aceptó los cargos de secuestro, tortura, feminicidio y violación que lo tienen en la cárcel La Picota, en , su hermano Francisco hizo una declaración a los medios que se sumará al acervo probatorio en su contra.

A la entrada de la Fiscalía, adonde llegó el viernes a responder por una supuesta alteración de la escena del crimen, el abogado manifestó: “Lamentamos profundamente la muerte de Yuliana (...). Pedimos perdón por mi hermano”.

Esa afirmación juega en contra de Rafael Uribe, porque indica que su hermano, quien fue clave para que la Policía y la Fiscalía ubicaran el cuerpo de la niña secuestrada, le atribuye algún grado de responsabilidad en el macabro crimen que sacude a Colombia. Uribe se enfrenta a una pena de hasta 60 años de cárcel.

El viernes, el caso dio un giro inesperado con la muerte, por supuesto suicidio, de Fernando Merchán Murillo, el vigilante que estaba de turno en el edificio Equus 66 el domingo pasado, justo cuando la pequeña y su captor llegaron al apartamento donde se encontró el cadáver.

Este sábado Medicina Legal adelantaba la necropsia del cuerpo de Merchán Murillo para establecer la causa de su muerte.

Murillo fue el mismo que en la minuta del inmueble dejó sentada la anotación que enreda a los dos hermanos de Rafael Uribe Noguera en el supuesto intento de obstruir a la justicia: "4-12-16; 3 y 40. Ha (sic) esta hora entra la señora Catalina Uribe al apartamento 603. Ella tiene las llaves, el apartamento está solo. Guarda de turno: Fernando Merchán”. Y a renglón seguido anotó: “También entró el señor Francisco Uribe, hermano del señor Rafael Uribe”.

La Fiscalía llamó a los hermanos, pues no tiene claro por qué, después de estar en el lugar del crimen, tardaron casi tres horas en volver a comunicarse con el Gaula de la Policía, que ya había notificado a la familia que la camioneta que usaba Rafael Uribe estaba involucrada en el secuestro de una menor de edad.

Según advirtió el lunes el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, hay claros indicios de que la escena del crimen fue manipulada. Los investigadores no descartan que esa alteración haya ocurrido precisamente en las horas en las cuales no tuvieron información de ese apartamento.

A diferencia de centenares de casos de rapto de niños que siguen en la impunidad y en el misterio, la historia de Yuliana se resolvió en las primeras 12 horas.

A las 9:28 de la mañana, según la investigación, la niña desapareció del humilde barrio Bosque Calderón, a menos de diez minutos del edificio de estrato 6 en el que apareció el cadáver. Por las cámaras de seguridad y la información de los testigos, desde el primer momento se supo que el conductor de la camioneta Nissan X-Trail plateada y de placas DBO 960 se había llevado a la niña.

La Policía localizó a la dueña del automotor, cuñada de Rafael Uribe, hacia la 1 de la tarde y acordaron una cita en el CAI de la carrera 7.ª con calle 72. Allí, al conocer la gravedad del hecho, el abogado Francisco Uribe explicó que el carro se lo habían dado al arquitecto y llevó a la Policía hasta el actual sitio de vivienda de Rafael Uribe, donde no aparecieron ni éste ni el vehículo.

Eso fue poco antes de las 3 de la tarde del domingo. La Policía solo volvió a tener noticia de los Uribe Noguera a eso de las 6:40 p. m., cuando Francisco Uribe citó al Gaula en una clínica y allí dio la dirección del segundo apartamento. Según el Gaula, su versión fue que, camino a la clínica, su hermano le habló de un supuesto accidente como causa de la muerte de Yuliana.

El cuerpo fue hallado en el compartimento hidráulico del jacuzzi del apartamento 603 del edificio Equus 66. La ropa de la niña estaba en la cañería del sanitario, lo cual indica que intentaron desaparecerla por esa vía.

En el carro manejado por Rafael Uribe se encontró uno de los zapatos de la niña y, en la casa, el otro zapato, parte de su ropa y una manilla. La judicialización del principal sospechoso –conductor de la camioneta en la que se llevaron a la niña y dueño reciente del apartamento donde apareció el cadáver– solo fue posible un día después, pues el hombre se internó en una clínica por una supuesta sobredosis de cocaína que, según la Fiscalía, fue posterior a los hechos y con la que habría buscado obstruir la investigación.

En la audiencia donde una fiscal logró que a Uribe Noguera lo enviaran a prisión, se conocieron nuevos señalamientos contra el sospechoso. Según la Fiscalía, Rafael Uribe “grababa a los niños y les ofrecía dinero”. A una niña del mismo barrio de Yuliana “le había dado 5.000 pesos y la subió a su camioneta”, pero “la niña se soltó y salió corriendo”. “Me tiró el billete en un charco”, dijo la menor.

El lunes, tras la noticia que sacudió al país, un padre de familia se comunicó con la Fiscalía y dijo que unas tres semanas atrás su pequeña hija le advirtió de un hombre en camioneta que había intentado abordarla. El papá alcanzó a llegar al sitio y golpeó en tres ocasiones la camioneta de Uribe, la misma en la que se llevaron a Yuliana.

Fuente: El Tiempo, Colombia/GDA

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