Monos aulladores mueren de sed por sequía en Colombia

Lorica [El Tiempo de Colombia/ GDA]. A la emergencia que viven los habitantes de las poblaciones rurales de Córdoba (Colombia) por la falta de agua se suma ahora el daño ecológico por la muerte de decenas de monos aulladores, armadillos y todo tipo de aves que se debilitan en las praderas desérticas, donde la sequía golpea sin clemencia a la fauna y la flora de la región.

El caso más grave fue denunciado por campesinos de la vereda Providencia del municipio de Lorica, en Córdoba. Allí los pobladores han descubierto a estos animales muertos en pastizales producto de la deshidratación y la fuerte ola de calor.

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Éver Delgado Moreno, presidente de la Junta de Acción Comunal de esa población, dijo que la situación es alarmante por cuanto la población de monos aulladores es abundante en esa zona de Córdoba, debido a la espesa vegetación que se presenta.

Sin embargo, desde hace cerca de 14 meses no se registran lluvias en la zona y los días soleados que alcanzan temperaturas de hasta 38 grados, han contribuido al secamiento de las fuentes hídricas, afectando la supervivencia de estos animales.

“Hemos encontrado cuadrillas de monos rojos aulladores muertos, y eso es un peligro para esa especie que está en vía de extinción y cuyo hábitat requiere de abundante agua y árboles con mucha vegetación”, explicó Delgado.

También otras especies como los armadillos y aves guacharacas mueren por las inclemencias de la sequedad.

“No tenemos agua en un radio de al menos 10 kilómetros porque todas las represas y pozos están totalmente secos y sin esperanzas de lluvias, eso puede complicar la situación para otras especies de animales que habitan por esta zona”, advirtió el líder comunal.

La voz de alerta llegó a las autoridades ambientales que a través de la CAR - CVS anunció un programa de protección a los animales que aún se encuentran en la zona con la instalación de estanques provisionales con agua.

Este sistema permitiría a las distintas especies que circulan por la zona enfrentar los embates del verano.

La Gobernación de Córdoba, a través de la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo también anunció un incremento en el plan operativo de llevar carrotanques a las zonas afectadas como las poblaciones rurales de Lorica.

“Estamos redoblando nuestra capacidad operativa para llevar el agua necesaria a estas poblaciones, y de ser necesario vamos a surtir los sistemas de captación provisional que permitan atender a los animales que se encuentran en riesgo”, dijo Aldrin Pinedo Sánchez, director de esa oficina de apoyo.

Ganaderos en alerta

Por la compleja situación ya los ganaderos de la zona han traslado cientos de lotes de animales a otras áreas cercanas al río Sinú para evitar la tragedia ocurrida el año pasado, cuando murieron miles de reses por la ausencia de pasto y agua.

El presidente de la Asociación de Ganaderos de Córdoba, Ganacor, Alfredo García Burgos, explicó que, si bien no tienen todas las herramientas para afrontar la temporada seca, ya se han adoptados algunas medidas como la entrega de silo para el ganado y el almacenamiento de agua.

Desde Ganacor consideran que la mejor forma de enfrentar la temporada de sequía es apoyarse en la puesta en marcha de sistemas productivos amigables con el ambiente.

En la pasada temporada de sequía hubo una mortandad de reses que finalmente nunca alcanzó a ser cuantificada, pero se estima que más de 7 mil animales perecieron por falta de forraje y agua en Córdoba.

“La pasada temporada de invierno fue de poca precipitación fluvial, pero aspiramos contrarrestar con lo que pudimos sacar para ayudarnos a guardar alimento para la época de verano y pasar esta nueva temporada que nos va a afectar, lógicamente”, agregó García.

Pidió al Ministerio de Agricultura aumentar el envío de suplementos alimenticios provenientes de las bodegas ganaderas a precios relativamente bajos.

La región costera, la sabana y el bajo Sinú son las regiones de Córdoba donde más se evidencia la crisis del sector ganadero por culpa del verano.

Esta situación es la que ha generado que los ganaderos tengan sus fincas a mitad de carga normal, y en su desespero están disminuyendo sus inventarios sin la posibilidad de repoblamiento.