Redacción EC

Río de Janeiro [EFE]. El exministro de Salud de , Luiz Henrique Mandetta, destituido en abril por sus divergencias con el presidente en torno a la estrategia para combatir el , afirmó que alertó al jefe de Estado sobre la gravedad de la pandemia y le dijo que el número de muertes “sorprendería”.

En una entrevista publicada este lunes por el diario “Folha de Sao Paulo”, Mandetta dijo que Bolsonaro no puede decir que no había sido advertido sobre la crisis sanitaria que la pandemia generaría en Brasil, país que ya es el cuarto del mundo con más casos de COVID-19 (241.080 contagiados) y el sexto con más muertes (16.118).

“Nunca lo dije y ni lo voy a decir, pero teníamos nuestros estudios de escenarios de números de casos y muertes. Nada de lo que está ocurriendo hoy es sorpresa para el Gobierno”, afirmó el exministro, cuyo sucesor, .

La acentuada curva ascendente de la enfermedad en el mayor país latinoamericano, que ya lo convirtió en el cuarto más afectado en el mundo por encima de España e Italia, acercó a Brasil al tercer lugar, ocupado actualmente por Reino Unido (244.995 casos).

Ello debido a que las previsiones indican que los contagios y las muertes seguirán creciendo de forma exponencial en este país de 210 millones de habitantes y a que aún no hay previsiones exactas sobre cuándo la enfermedad llegará a su pico.

Brasil ya es el cuarto del mundo con más casos de COVID-19 (241.080 contagiados) y el sexto con más muertes (16.118). (Foto: AFP / MICHAEL DANTAS)
Brasil ya es el cuarto del mundo con más casos de COVID-19 (241.080 contagiados) y el sexto con más muertes (16.118). (Foto: AFP / MICHAEL DANTAS)
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Pese a esas cifras, el líder ultraderechista es uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia, ha llegado a calificar el COVID-19 como una “gripecita” e insiste en criticar las medidas de distanciamiento social adoptadas por gobiernos regionales para frenar el avance de la pandemia.

“Él (Bolsonaro) claramente consideraba que la crisis económica proveniente de la de salud era inaceptable por más que lo alertáramos de que era una enfermedad muy seria y que el número de casos podría sorprender”, aseguró el exministro.

Según Mandetta, su cartera comenzó a alertar sobre la gravedad del coronavirus en enero y, pese a que en la época el asunto no generaba tanto interés, el Ministerio emitía boletines diarios.

“La primera impresión que tuve era que el Gobierno no estaba tan interesado en el asunto y no le estaba dando la debida dimensión. Tan sólo cuando ya estábamos con el virus y casos sumándose, en la segunda semana de marzo, percibieron que toda la sociedad estaba muy ligada al Ministerio como principal punto de referencia”, dijo.

Agregó que gobernadores y alcaldes comenzaron a adoptar medidas de distanciamiento social casi 60 días después de que el Ministerio abordara esa necesidad y fue entonces cuando "el presidente comenzó a hacer una lectura diametralmente contraria a lo discutido en el Ministerio y dificultó todo".

“Es difícil coordinar un sistema como ministro si el presidente transmite otro mensaje”, afirmó.

Mandetta calcula que el pico de la enfermedad en Brasil no se producirá antes de julio, por lo que las cifras aún van a crecer mucho.

“Una vez dije que tendríamos 20 semanas muy duras por delante. Pasaron 8 semanas y faltan 12. Dije que los casos iban a aumentar en abril, mayo y junio; que en julio, cuando llegaremos al pico de la curva, nos estabilizaremos, aunque los registros seguirán elevados hasta agosto, cuando comenzará a caer el número de casos; y que en septiembre ya estaremos en algo más cercano a algo ameno”, sostuvo.

A lo largo de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro ha tenido una cuestionable actitud frente al virus. (EFE/Joédson Alves).
A lo largo de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro ha tenido una cuestionable actitud frente al virus. (EFE/Joédson Alves).
/ Joédson Alves

Alerta sobre el uso de la cloroquina

De acuerdo con el exministro, la insistencia de Bolsonaro en forzar el uso de cloroquina para tratar a todos los pacientes con COVID-19 puede provocar muchas muertes porque se trata de una medicina cuya eficacia no ha sido comprobada y con graves efectos colaterales, como arritmia cardíaca.

“Comenzamos a experimentarla con pacientes graves que ya están en los hospitales. Por lo que sé de esos estudios, que aún no concluyeron, el 33 % de los pacientes tuvo que suspender el uso de cloroquina porque presentaron arritmia, algo que puede generar un paro (cardíaco)”, afirmó.

Afirmó que la intención de Bolsonaro con su apuesta por la cloroquina es que las personas piensen que pueden volver al trabajo porque ya existe un remedio.

“Es algo para tranquilizar, para recuperar la normalidad sin tanto peso en la conciencia. Si tuviera lógica de asistencia, la idea habría partido de las sociedades especializadas. Por eso no hay nadie serio que defienda una medicina como panacea”, dijo.

Según Mandetta, con la renuncia de su sucesor, Brasil desperdició un mes de lucha contra la pandemia porque no fue adoptada ninguna medida y todos los altos funcionarios fueron destituidos pero no sustituidos. “Ese es el peor de los mundos. El Ministerio es hoy una nave sin rumbo”, dijo.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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