La gente camina en una popular calle comercial en medio del brote de la enfermedad del coronavirus en Río de Janeiro, Brasil. (Foto: REUTERS / Ricardo Moraes).
La gente camina en una popular calle comercial en medio del brote de la enfermedad del coronavirus en Río de Janeiro, Brasil. (Foto: REUTERS / Ricardo Moraes).
/ RICARDO MORAES
Agencia EFE

, la segunda ciudad con más muertes en por y que puso en marcha desde junio un precipitado proceso de desescalada pese a que la pandemia sigue sin control, autorizó este jueves la realización de eventos públicos en lugares cerrados, como espectáculos y matrimonios.

La liberación de nuevas actividades fue anunciada en el mismo día en que las salas de cine de la Cidade Maravilhosa volvieron a abrir sus puertas y en que las escuelas privadas, que ya habían recibido autorización de la Alcaldía para funcionar, recibieron el aval de la Justicia para hacerlo.

El inicio de la llamada fase 6B del proceso de desescalada fue anunciado por el alcalde de Río de Janeiro, el obispo evangélico Marcelo Crivella, en una rueda de prensa en la que enumeró las pocas actividades que aún no pueden funcionar en la segunda mayor ciudad de Brasil por la pandemia.

Entre las actividades aún prohibidas el alcalde mencionó la permanencia de los bañistas en las arenas pese a que desde hace tres semanas se han hecho famosas las imágenes de grandes aglomeraciones de personas sin máscaras en playas como las de Copacabana e Ipanema.

La gente disfruta en la playa de Ipanema, en medio del brote de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Río de Janeiro, Brasil, 6 de septiembre de 2020. (Foto: REUTERS / Pilar Olivares).
La gente disfruta en la playa de Ipanema, en medio del brote de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Río de Janeiro, Brasil, 6 de septiembre de 2020. (Foto: REUTERS / Pilar Olivares).
/ PILAR OLIVARES

La escena se repitió este jueves debido a que Río volvió a registrar récord de calor para el año y a que ni policías ni guardias municipales vigilan a quienes se aglomeran en las playas sin ningún tipo de protección, pese a ser una actividad teóricamente prohibida.

“Sobre las playas, aún no es el momento de liberarlas. Las personas pueden ir a la playa y nadar en el mar pero no pueden quedarse en la arena. Naden y vuelvan a casa. Faltan 15 días para la entrada en vigor de la última fase y dependemos de la conciencia de las personas”, afirmó el alcalde.

Crivella agregó que también permanece prohibido el funcionamiento de discotecas y de las populares presentaciones improvisadas y gratuitas de grupos de samba.

Sin embargo, entre las medidas de flexibilización de actividades en la nueva fase también se incluyó la presentación de grupos de música en vivo en bares y restaurantes.

LIBERAN FIESTAS, ESPECTÁCULOS, CÓCTELES Y GRADUACIONES

Igualmente fueron liberados eventos de entretenimiento y diversión, espectáculos culturales, circos, matrimonios, aniversarios, cócteles, lanzamientos literarios, ceremonias diplomáticas y graduaciones, aunque en todas estas actividades los organizadores sólo podrán contar con la tercera parte de la capacidad de los espacios usados.

“Teatros, cines y fiestas están autorizadas, pero respetando las reglas de oro, que incluyen la limitación de la capacidad a una tercera parte y el uso de máscaras”, dijo.

La nueva fase también autoriza el funcionamiento de las salas de espera en salones de belleza, las aulas de hidrogimnasia en los gimnasios y las ferias de negocios.

La ciudad de Río es una de las que más ha flexibilizado las medidas de distanciamiento social y desde junio y julio autorizó el funcionamiento de restaurantes, bares, gimnasios, tiendas en la calle, centros comerciales, salones de belleza, iglesias y parques, entre otras actividades.

DIFERENCIAS SOBRE EL FÚTBOL

Igualmente fue la primera ciudad de Brasil en reabrir sus lugares turísticos y la primera en toda Suramérica en retomar su campeonato profesional de fútbol, aunque con estadios sin público.

Crivella autorizó hace dos semanas el regreso del público a los estadios, pero con una tercera parte de su capacidad, lo que significarían 20.000 espectadores en el Maracaná, pero su idea no fue secundada por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ni por la mayoría de los clubes, que la consideraron precipitada.

El alcalde había dicho que esperaba ver público en el Maracaná en el partido que disputará el próximo domingo el Flamengo, vigente campeón brasileño y el club más popular del país, pero tal posibilidad fue vetada por la CBF.

Pese a la rápida desescalada, Río de Janeiro se mantiene como el segundo estado con más muertes por COVID-19 en Brasil, con 18.567 fallecidos, y el cuarto con más contagios, con 266.235 casos confirmados.

Tanto el estado de Río de Janeiro como su capital registraron una caída de las muertes y de los contagios en agosto y en las dos primeras semanas de septiembre, pero el número de fallecidos creció por diez días seguidos hasta el pasado martes y se teme la llegada de una segunda ola de la pandemia.

Brasil, con cerca de 144.000 muertos y casi 4,9 millones de contagios, es el segundo país con más fallecidos por coronavirus en el mundo, después de Estados Unidos, y el tercero con más casos, tras Estados Unidos e India.

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