Manifestantes protestan en La Paz contra el régimen de Evo Morales. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins).
Bolivia
Redacción EC

La Paz. está inmersa en una ola de protestas desde las elecciones presidenciales del 20 de octubre, que dieron ganador a para un cuarto mandato consecutivo tras un disputado conteo de votos.

A continuación, los hechos que enmarcan la convulsión social en el país sudamericano:

— Elección presidencial —

El 20 de octubre los bolivianos acuden a las urnas para elegir presidente.

El izquierdista Evo Morales, primer jefe de Estado indígena en Bolivia y en el poder desde hace 13 años, busca un cuarto mandato pese a que esa posibilidad fue rechazada en un referéndum en 2016 y posteriormente fue avalada por la justicia.

El centrista Carlos Mesa, que ejerció la presidencia entre 2003 y 2005, aparece como el candidato en carrera para enfrentarlo en una eventual segunda vuelta.

— Hacia un balotaje —

En la noche de la votación, Morales lidera el conteo con el 45,28% de los votos frente a Mesa, que acapara 38,16%. Así, ambos candidatos se encaminan a una segunda vuelta, algo sin precedentes en Bolivia, luego de escrutar el 84% de los votos.

Para evitar un balotaje, el candidato principal debe obtener una mayoría absoluta o al menos el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.

La oposición y los observadores internacionales critican el lento ritmo de las autoridades para proporcionar el resultado final, temiendo un posible fraude.

Manifestaciones y vigilias cívicas se desarrollan frente a los centros electorales.

El lunes 21 de octubre, el Tribunal Electoral (TSE) otorga el 46,4% de los votos a Morales, contra 37,07% para Mesa, con el 95,63% del conteo realizado. La brecha se acerca a los 10 puntos porcentuales necesarios para ganar en primera ronda.

Mesa denuncia “fraude”.

— Arde la calle —

En varias regiones estallan incidentes violentos, que incluyen incendios, enfrentamientos con la policía y saqueos.

Manifestantes queman tres oficinas regionales del TSE en Potosí, Sucre y Cobija.

El martes 22, organizaciones ciudadanas opositoras convocan a una huelga general por tiempo indeterminado.

El 23 Morales denuncia que “está en proceso un golpe de estado”, por parte de la derecha boliviana, con apoyo internacional.

La huelga, replicada en todo el país, es salpicada de incidentes entre partidarios de ambos lados.

— Victoria oficial —

El viernes 25, tras los resultados finales, Morales es declarado oficialmente ganador con el 47,08% de los votos frente a 36,51% de Mesa.

La oposición, la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), Colombia y Argentina demandan un balotaje.

Los bloqueos de calles y enfrentamientos continúan.

El 27, Morales descarta cualquier “negociación política”.

— Auditoría de la OEA —

El lunes 28, la protesta se intensifica con numerosos bloqueos y enfrentamientos con la policía o entre simpatizantes y opositores de Morales en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

El 31, comienza una auditoría de la OEA sobre el recuento, solicitada por el gobierno pero rechazada por la oposición.

— Camacho lidera el desafío —

El 2 de noviembre, Luis Fernando Camacho se erige como el rostro más visible y radical de la oposición, al llamar al ejército y la policía a “ponerse del lado de la gente” e instar al presidente a renunciar.

Morales llama a las fuerzas armadas a “servir al pueblo boliviano” manteniéndose cerca de su gobierno.

El 4, Mesa exige que se celebre una nueva votación.

El 6 tienen lugar violentos enfrentamientos en Cochabamba y bloqueos en otras partes del país.

En Vinto, manifestantes prenden fuego el ayuntamiento y obligan a la alcaldesa a caminar descalza por el pueblo, cubierta de pintura roja, bajo insultos y amenazas.

— Motines —

El viernes 8 de noviembre, tres unidades policiales se amotinan en Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. Se observan escenas de fraternización entre policías y manifestantes en La Paz y la rebelión se extiende a otras regiones del país.

Morales denuncia un golpe de Estado “en curso”, pero el gobierno descarta por el momento una operación militar contra los amotinados.

La ola de protestas deja tres muertos y 200 heridos.

AFP.
AFP.

Fuente: AFP

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