Minutos antes de realizarse el veredicto final por el juicio de Fernando Báez Sosa, Graciela, su madre, se fundió en un emotivo abrazo con Ramón Dupuy, abuelo de Lucio Dupuy, el niño de cinco años que murió en manos de la madre y su pareja.
Antes del ingreso a los tribunales, Graciela recibió a Ramón en una confitería colindante y las cámaras capturaron el momento en que Dupuy le extendió las manos y ambos se abrazaron fuertemente, provocando la emoción e incluso las lágrimas en muchos de los presentes.
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Una vez que Ramón se separó de la madre, dialogó con Noticiero Doce (El Doce) y sentenció: “Venimos a acompañar a los padres de Fernando como se lo prometimos el año pasado en el Congreso. Acá estamos”. “Que se haga justicia, porque Fernando también es un chico inocente”, remarcó Dupuy, quien la semana pasada fue testigo del dictamen que condenó a la madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti y su novia Abigail Páez a cadena perpetua.
“Le dije gracias Burlando por lo que hizo con la injusticia que se cometió”, añadió Dupuy. “La vi tan destrozada a Graciela y a Silvino... Estamos unidos por el mismo dolor desgarrador”, concluyó.
Al igual que Ramón, más de 150 familiares de víctimas de delito acompañaron a los padres de Báez Sosa en los tribunales. Las consignas exclamadas fueron un grito de Justicia y el reiterado pedido de perpetua para los ocho imputados.
Veredicto final sobre el juicio de Fernando Báez Sosa
Luego de diez días de escuchar a los acusados por el crimen de Báez Sosa, los magistrados del Tribunal Oral de Dolores dieron a conocer su veredicto. Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, y Luciano Pertossi, fueron considerados coautores del asesinato y condenados a una sentencia de prisión perpetua. Los otros tres imputados fueron coaturoes secundarios por el homicidio doblemente agravado. Su sentencia se tradujo en 15 años de cárcel.
Tras la lectura de la sentencia, la emoción colmó los corazones de los presentes, luego de que una ola de aplausos se escuchó en honor a los progenitores de Báez Sosa. En diálogo con LA NACION, Graciela consideró que “se hizo justicia”. “Se hizo un poquito de paz en mi corazón”, aseguró. Por su parte, Silvino Báez -padre de Fernando- señaló: “La sentencia está muy bien, a tres acusados se quedaron cortos, pero vamos a apelar”. “Nos vamos en paz y aliviados”, confesó.