El papa enfatizó su conocida admiración a la mujer paraguaya, heroína en la reconstrucción del este país en cenizas tras la Guerra de la Triple Alianza (1864-70) contra Brasil, Argentina y Uruguay que diezmó a su población masculina.
A través de la Virgen de Caacupé, el sumo pontífice quiso homenajear otra vez a la mujer de este país como lo hizo el viernes en su primera intervención pública ante el presidente de la República, Horacio Cartes.
"Ustedes tienen la memoria, la genética de aquéllas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo. Como María, han vivido situaciones muy, muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe", reconoció el pontífice ante la muchedumbre, en un perdón póstumo e inédito de los pecados que según esta religión habrían cometido esas mujeres heroicas.
La mayoría de movimientos políticos, sociales y campesinos paraguayos que venían manifestándose interrumpieron sus protestas, mientras la organización "Somos Gay" hizo colocar grandes carteles en el itinerario del papamóvil con la leyenda "Yo no soy quién para juzgarlos", una frase emblemática del cambio de mentalidad que impulsa Francisco y pronunciada por él mismo a propósito de los homosexuales.
Fuente: AFP