El Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó que en las últimas 24 horas la actividad sísmica en la zona donde se encuentra el volvió a aumentar, por lo que se mantiene la inestabilidad del mismo y el riesgo de que ocurra una erupción a gran escala.

Esto con un ingrediente adicional, según explicó a EL TIEMPO John Macario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SGC, quien señaló que ahora la actividad sísmica se está concentrando cerca al cráter.

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“El estado actual del volcán sigue siendo muy inestable. La sismicidad ha cambiado su dinámica. Esto en el sentido de que, aunque se siguen registrando sismos en diferentes regiones alrededor del cráter, la principal característica que hemos observado es que ya se está concentrando en el cráter”, explicó Londoño.

Esto se debe a que el magma ahora está más cerca de la boca del volcán, y además está interactuando con magma que ya se encontraba en esa misma zona desde 2015. Esa acumulación de fluidos tiene diferentes implicaciones, según destaca el experto.

”Esta sismicidad es diferente a las otras, porque es resultado de la actividad de los fluidos, tanto de los que salen a la atmósfera, como de los que están internamente dentro del volcán. Esto implica mayor salida de gas, más ceniza y anomalías térmicas que persisten en el fondo del cráter”.

Con respecto a la percepción de algunos sectores de la población que insisten en que la amenaza se ha reducido dado que con el pasar de los días no ha ocurrido una gran erupción, Londoño señaló que lo que está pasando con el Nevado del Ruiz “no se debe normalizar”.

”No es normal la actividad que se está presentando. La actividad en estas condiciones puede fluctuar. Habrá días en los que parece que la amenaza haya disminuido, días en los que parezca que aumenta más. Eso es precisamente parte de ese rango de comportamiento anormal e inestable que preocupa. Por eso se habla de una probabilidad de erupción en días o semanas, porque la situación es impredecible, puede darse en uno o dos días, en 10 o 20, o incluso puede que se calme. Incluso en otras partes se han visto casos de volcanes que vuelven a una aparente calma y repentinamente hacen una gran erupción”, explica Londoño.

¿Qué pasaría en caso de erupción?

El experto del Servicio Geológico explicó que, aunque no es posible predecir cómo sería una gran erupción del Nevado del Ruiz, si es posible prever, por su naturaleza y por sus antecedentes, cómo sería un evento de estos.

”El Nevado del Ruiz es un tanto diferente a los volcanes de Hawaii, donde el tipo de volcán se llama de escudos, que se caracteriza por lava que chorrea. El Ruiz es un estratovolcán, que por su composición y disposición de roca y magma, sus erupciones suelen ser explosivas”.

De esta forma, este tipo de erupciones, y la que históricamente ha tenido El Ruiz, suelen tener columnas enormes de gases y cenizas que ascienden en la atmósfera. Si llegan a ser muy grandes, tienden a colapsar, formando flujos piroclásticos (una mezcla de gases volcánicos calientes, materiales sólidos calientes y aire atrapado), los cuales son peligrosos al viajar a altas velocidades que superan los 100 kilómetros por hora, y muy calientes (más de 400 grados centígrados), explica Londoño. Este material, podría provocar flujos de lodo si se combinan con el agua de los ríos que nacen del volcán y el deshielo del glaciar del nevado.

”Lo que se podría esperar -dice el experto del SGC- es una erupción que se caracterice por una gran erupción, estilo la que se vivió en 1989, cuando cayó ceniza en varias poblaciones, incluida Manizales, y se formaron algunos flujos de lodo. Si se desestabiliza mucho el volcán, podría llegar a darse un episodio como el de 1985, que esperamos que no sea el caso”.