Asunción. El papa Francisco pronunció hoy su discurso más duro desde que llegó a Latinoamérica al arremeter contra las ideologías y la corrupción durante un acto con los representantes sociales en su segundo día de visita en Paraguay.
"Las ideologías terminan mal, no sirven, las ideologías tienen una relación incompleta o enferma o mala con el pueblo. Las ideologías no asumen al pueblo", dijo Francisco al improvisar sobre el discurso que tenía preparado.
"En el siglo pasado las ideologías terminaron en dictaduras, piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo", lamentó en el Estadio Leon Condou, en el que estaba presente el presidente paraguayo, Horacio Cartes.
En un discurso apasionado y en parte improvisado, y que fue interrumpido numerosas ocasiones por aplausos, dijo que "uno de los métodos que tenían las ideologías a las que me refería era la de apartar a la gente con el exilio, con la prisión, con los campos de exterminio, nazis o estalinistas".
Otro de los temas sobre los que Francisco arremetió tras oír las preguntas que le propusieron seis personas (campesinos, indígenas, una empresaria y un político) fue el "chantaje" del que dijo "es una forma de corrupción y "que también dejan sin libertad a las personas".
"La corrupción es la polilla. Es la gangrena de un pueblo", dijo, arrancando otro fuerte aplauso, y continuó afirmando que "ningún político puede cumplir su rol si está chantajeado".
Recordó que la corrupción y el chantaje "se dan en todos los pueblos del mundo", pero que si se quiere unidad "tiene que desterrarlo".
Fuera de protocolo
La jornada comenzó con una misa en el santuario de Caacupé, en una emotiva ceremonia a la que asistieron además de los paraguayos, decenas de miles de peregrinos llegados de la cercana Argentina.
El resto fue una jornada repleta de actos no programados. A pesar de su recargada agenda, Francisco pidió ir al colegio Cristo Rey para saludar a los jesuitas y dar un pequeño saludo a un centenar de jóvenes que se encontraba en el gimnasio del centro.
Pero esto no fue el único cambio de programa del día, ya que por la mañana visitó de forma imprevista la Fundación San Rafael, una organización que mantiene un hogar de enfermos terminales.
El Papa fue recibido por el religioso italiano, pero afincado desde hace años en Paraguay, Aldo Trento, el artífice de esa obra que se mantiene gracias a donaciones anónimas. Trento contó cómo el Papa entró en una de las habitaciones donde está internado un paciente terminal con las piernas gangrenadas, y a quien besó los pies en un conmovedor gesto.
Por la mañana, en la nunciatura, Francisco recibió a dos de las hijas de Esther Ballestrino, a quien el pontífice siempre elogió y que fue secuestrada y asesinada el 8 de diciembre de 1977 por la dictadura Argentina.
Esta fue la jornada más intensa en Paraguay, cuya viaje terminará mañana con una visita al barrio del "Bañado norte", una misa multitudinaria en Ñu Guazu y el encuentro con los jóvenes en Costanera.