Santiago de Chile. La Justicia de Chile decretó este miércoles prisión preventiva para dos agentes de Carabineros imputados por el delito de tortura a un menor de 16 años durante las primeras jornadas de protestas, que ya cumplen 40 días y dejan 23 fallecidos, cinco de ellos presuntamente a manos de agentes del Estado.
Así lo confirmó el Poder Judicial a través de su cuenta en Twitter, en donde también indicó que esta medida regirá sobre los uniformados durante los 100 días establecidos para realizar la investigación.
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Los hechos ocurrieron el pasado 21 de octubre en el barrio de La Florida, al sureste de Santiago, durante el toque de queda decretado para esa tarde y noche, cuando la víctima fue detenido por vecinos de la zona que vigilaban el lugar para evitar saqueos.
Cuando los dos carabineros formalizados llegaron al lugar tras la llamada de los vecinos, golpearon con la porra a la víctima en repetidas ocasiones mientras estaba esposado, hechos que fueron admitidos en la audiencia por los agentes.
14 CARABINEROS YA HABÍAN SIDO IMPUTADOS POR TORTURAS
La Fiscalía chilena ya había imputado a inicios de noviembre a 14 agentes de Carabineros por dos casos de torturas también en el inicio del estallido social, durante los estados de emergencia decretados en diversas ciudades del país.
El primer caso, ocurrió en la Plaza Ñuñoa, en Santiago de Chile, cuando un grupo de agentes antidisturbios de Carabineros le dio una paliza a un manifestante, que sufrió fracturas en la nariz y las costillas y una contusión en un ojo, por lo que podrían ser sentenciados a entre 5 y 10 de cárcel.
La víctima del segundo caso es un adolescente de 16 años que fue detenido por infringir el toque de queda en el barrio de La Florida, al sur de la capital.
El joven “fue brutalmente golpeado de forma reiterada” por dos carabineros que, según apuntó el fiscal encargado del caso, están plenamente identificados y afrontan condenas que comienzan desde los 7 años de prisión.
FISCALÍA INVESTIGA 2.670 VIOLACIONES A LOS DD.HH.
La Fiscalía Nacional informó esta semana que elevó a 2.670 las investigaciones penales contra las fuerzas de seguridad por presuntas violaciones a los derechos humanos durante el estallido social que vive el país desde hace un mes y que se ha cobrado la vida de al menos 23 personas.
Entre las víctimas de las supuestas violaciones, hay 422 niños, niñas o adolescentes y 41 extranjeros, principalmente ciudadanos colombianos y peruanos, según el último informe de la Unidad Especializada en Derechos Humanos de la Fiscalía Nacional, que abarca desde el inicio de la crisis hasta el pasado 10 de noviembre.
Las lesiones por armas de fuego suman 720, mientras que las detenciones ilegítimas cometidas por funcionarios públicos ascienden a 1.679. También hay 44 querellas por torturas, 90 por desnudamientos y 26 por violación o abuso sexual.
La gran mayoría de las víctimas son hombres y fueron violentados presuntamente en la vía pública, aunque un total de 241 habrían sido abusados en comisarías, brigadas policiales o recintos militares, 45 en domicilios particulares, 44 en carros policiales y 41 en locales comerciales.
AI Y HRW APUNTAN A LA REPRESIÓN DE CARABINEROS
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW) señalaron directamente la represión de Carabineros como la situación más preocupante para los derechos humanos durante las protestas.
En especial puntualizaron sobre el uso “indiscriminado” de escopetas antidisturbios contra manifestantes, violentos o no, y que han dejado 232 heridos oculares por impactos en la cara de perdigones, balines de goma y bombas lacrimógenas disparadas al rostro, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
ANOCHE ÚLTIMO CASO DE HERIDO EN EL ROSTRO
Durante los disturbios ocurridos la noche martes en la comuna (municipio) capitalina de San Bernardo, una mujer recibió el impacto en su rostro de una bomba lacrimógena disparada por los uniformados que le causó pérdida de visión en el ojo izquierdo.
Según explicaron sus familiares en una radio local, la mujer se dirigía a su trabajo y se encontró con los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del Estado y en ese contexto recibió el disparo en la cara.
La institución confirmó las lesiones y el traslado de la afectada al hospital, pero no pudieron confirmar si estaba participando en los disturbios o no porque “había mucha gente en el lugar”.