El fuego olímpico se encenderá en Rio de Janeiro exactamente en un año: los organizadores de los primeros Juegos en Sudamérica se felicitaron el miércoles por obras al día, aunque admitieron que la limpieza de la contaminada bahía de Guanabara es una causa perdida.
Los Juegos arrancan oficialmente el 5 de agosto de 2016, después que la antorcha olímpica haya recorrido 300 ciudades en 100 días esparciendo el espíritu deportivo en todo Brasil.
Tras el éxito contra todo pronóstico del Mundial de fútbol de 2014, luego de retrasos y violentas protestas, Rio se prepara para recibir a más de 10.500 atletas de 206 países --tras la reciente adhesión de Sudán del Sur al Comité Olímpico Internacional (COI)-- que competirán en 42 disciplinas deportivas por 306 medallas de oro.
- ¿Resaca de caipirinha? -
El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, no asistió este miércoles a una visita al parque olímpico de Barra de Tijuca, centro neurálgico de los Juegos, alegando que estaba "completamente agotado" tras un viaje desde Kuala Lumpur, según dijo un portavoz del comité organizador de Rio-2016.
"Yo me tomé una caipirinha con él anoche", dijo el alcalde de Rio, Eduardo Paes. "Treinta horas de vuelo y después una caipirinha brasileña deja a la persona cansada", añadió en tono de broma.
Pero Bach tuvo tiempo el martes de tarde para patear y volear algunos balones con exatletas brasileños en la arena de la playa de Barra de Tijuca. Incluso entró hasta la cintura en estas aguas frías del invierno austral -contaminadas como muchas otras playas de Rio- y luchó contra algunas olas.
El presidente del comité organizador de Rio-2016, Carlos Nuzman, resaltó por su parte que Bach está haciendo un "enorme sacrificio" para asistir al acto oficial previsto este miércoles de tarde con la presidenta Dilma Rousseff en Rio.
- Al día -
Rio aún no se vistió para la fiesta. Salvo alguna bandera olímpica aquí y allá, aún es temprano para sentir el ambiente festivo en las calles.
Sin embargo hay obras en cada esquina. La 'Cidade Maravilhosa' atraviesa una profunda transformación impulsada por la ola de los Juegos, que incluye entre otras, la ampliación del metro, un tranvía en el centro, nuevas rutas de buses por canales exclusivos (BRT) y la remodelación del área portuaria.
"Qué diferente el Rio de 2009 que ganó los Juegos y el Rio que será entregado con esas transformaciones por causa de las Olimpíadas, del deporte", celebró Paes, que garantizó igualmente que todas las instalaciones deportivas serán entregadas en el plazo prometido.
El parque olímpico está concluido en un 82%, y dentro de él, la arena de balonmano en 74%, con la cancha lista inclusive, el centro acuático en 81% y el velódromo en 61%. Este último "aún es una preocupación", admitió el alcalde.
Las obras del campo de golf, también polémico ya que parte del mismo es levantado en un área ambiental protegida, están avanzadas en un 98%.
Paes recordó que 57% del presupuesto de los Juegos --que se elevan en total a 38.200 millones de reales (11.200 millones de dólares al cambio actual)-- es de capitales privados.
- Peces en la bahía -
La descontaminación de las nauseabundas aguas de la bahía de Guanabara, quizá el basurero más bonito del mundo, será la gran deuda para los Juegos, luego que el gobierno estatal de Rio descartara limpiar el 80% como había prometido.
Esta espectacular bahía, cercada de montañas con vegetación tropical atlántica y el imponente Pan de Azúcar, recibirá las competencias de vela y windsurf.
Expertos han denunciado que la polución de sus aguas puede ser peligrosa para la salud de los atletas, además de obstaculizar su navegación.
"La preocupación del comité organizador será siempre con la salud de los atletas independientemente del lugar", pero "quiero recordar que hay muchos atletas que dijeron que nadaron con peces" durante los eventos organizados en la bahía, dijo Nuzman. La Bahía ha sido "elogiada y enaltecida" por atletas y federaciones, añadió.
Paes explicó que el área "donde van a ser las competencias está mucho mejor que otras zonas" de la bahía, y aseguró que dentro de un año un 60% de la misma estará limpia.
Aunque esta tarea depende del gobierno estatal, no municipal, y el gobernador de Rio, Luiz Fernando Pezao, prefiere no arriesgar cifras.