"Mándenme el pueblo, que yo sabré obedecerle. Soldado soy del pueblo, ustedes son mi jefe". Estas palabras del fallecido presidente Hugo Chávez Frías cobran una vigencia particular hoy en Venezuela.
Las pronunció el 15 de febrero del 2009, después de triunfo del referéndum para la reforma constitucional, que permitió, entre otras cosas, la reelección de los cargos de voto popular de manera indefinida.
Y eso es precisamente lo que quedó planteado hoy: que el "pueblo" vuelva ser el recurso último. El elemento que podría desenredar un posible juego trancado entre gobierno y oposición, como te contamos a continuación.
La mayoría que ya tenía
En un primer momento, el boletín oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) afirmó que la oposición había garantizado ya una mayoría de 3/5 de la Asamblea.
Esto le daba margen de maniobra para al menos tomar algunas decisiones totalmente independientes:
- La designación del presidente y demás cargos en el Parlamento.
- Dar voto de censura a ministros o al vicepresidente, lo que implica su destitución.
Pero para otras, requeriría de la anuencia de los otros poderes públicos. Por ejemplo, necesita la aprobación previa del Tribunal Supremo de Justicia para:
- Para destituir al fiscal y el contralor.
- Para autorizar el enjuiciamiento del Presidente o declararlo incapaz mentalmente para gobernar.
- Para destituir a los miembros del CNE.
Y requiere la firma del Ejecutivo para:
- Aprobar leyes.
Estas condiciones, que emanan del principio de división de poderes -pensado para que los unos ejerzan control sobre los otros-, podrían resultar en una situación de estancamiento.
La mayoría que logró
Sin embargo, la oposición venezolana finalmente logró hoy una mayoría calificada de 112 legisladores, que sería decisiva paras ejercer dominio en la nueva Asamblea Nacional venezolana.
Tres quintas partes de la Asamblea, 112 votos, es el mínimo requerido por la ley para promover leyes fundamentales y evitar que se realicen modificaciones sustanciales a éstas, aprobar votos de censura contra ministros y el vicepresidente y remover a las autoridades electorales. ¿Cuál puede ser el alcance de este poder?
Con ese número puede proceder a elaborar leyes orgánicas, aunque éstas todavía tienen que ser firmadas por el presidente.
También puede designar a los poderes Judicial y Electoral, pero a través de un complejo procedimiento.
Pero lo más crucial es la posibilidad de reformar la Constitución o convocar a una Asamblea Constituyente
Fue lo que pasó en el 2009, cuando el presidente Hugo Chávez gozaba de una amplia mayoría en el Parlamento, con los votos de 156 diputados contra 11 de la oposición.
Y a continuación se sometió a referéndum. Para que sea "el país el que tome la decisión", como dijera Chávez en 1999, cuando promovía la aprobación de una nueva Constitución, sobre la que fundó su modelo de país.
A este escenario podría volver a enfrentarse, pero en la acera contraria.
Esto implica una alternación significativa del balance de poder.