Ricardo León, enviado especial a Caracas
A lo largo del día parecía que la gran convocatoria de los estudiantes venezolanos que protestan en los alrededores de la plaza Altamira no tendría mayor respuesta, y en las calles aledañas había normalidad, con vehículos circulando por la misma vía y los negocios abiertos.
Sin embargo, alrededor de las 5 de la tarde la masa de estudiantes se agrupó y, como en los últimos días, se enfrentó a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Esta vez, los policías lanzaron alrededor de cien bombas lacrimógenas en pocos minutos y esto hizo que los manifestantes se replegaran rápidamente.
Por primera vez desde que se iniciaron los enfrentamientos en esta zona de Caracas el pasado 12 de febrero, los efectivos recuperaron el lugar, apagaron las llantas quemadas, despejaron las barricadas que se habían armado, y se apostaron finalmente allí, donde seguramente pernoctarán para evitar el regreso de los estudiantes. No se informó de detenidos.
Las protestas se trasladaron a la zona de Chacao, donde los estudiantes intentaban armar barricadas ante el asedio de la policía.
Vecinos de Altamira, la mayoría de los cuales apoya la protesta estudiantil y que incluso abren las puertas de los edificios para que los jóvenes no sean detenidos, denunciaron que los guardias han ingresado a estos edificios sin órdenes de captura, vulnerando los derechos de propiedad.
Por la noche, los estudiantes colocaron barricadas en calles cercanas a la plaza Altamira y se registraron muy breves escaramuzas. Las autoridades cerraron las estaciones del metro en Chacao y Altamira.
Se espera que mañana los estudiantes vuelvan a reunirse en este punto, el epicentro de sus protestas.