Redacción EC

El ex presidente de Brasil Lula de Silva fue condenado hoy a nueve años y medio de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. La condena fue firmada por el juez de primera instancia Sergio Moro, quien lidera las investigaciones del caso Lava Jato. 

Es la primera vez en la historia de Brasil que un ex presidente es condenado por cargos de corrupción. Lula da Silva, de 71 años, es acusado de recibir sobornos de la constructora OAS, empresa involucrada en el mega caso de corrupción Lava Jato, como Odebrecht.

Entre los beneficios que el ex mandatario habría recibido de OAS, que es la razón principal por la que fue condenado, está un triplex en el balneario de Guarujá en Sao Paulo, informó el medio brasileño Veja, el cual la constructora le habría dado a cambio de sus "favores".

Da Silva siempre ha manifestado que dicho inmueble, que está bajo el nombre de OAS, no le pertenece. Sin embargo, esta declaración fue desmentida por el propio presidente de OAS, Leo Pinheiro.

El juez también lo ha declarado culpable de recibir sobornos por más de USD 1,2 millones de OAS. Han pasado diez meses desde que se presentaron estos cargos contra Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores, quien dijo, por entonces, que era una "caza de brujas". 

Sin embargo, el ex presidente no irá a prisión hasta que una segunda instancia confirme su sentencia. De momento, el líder del PT, uno de los políticos más populares de Brasil, no se ha pronunciado.

El Ministerio Público de Brasil señala al ex presidente como la cabeza del esquema de corrupción de Lava Jato, pues habría aprovechado su peso político y de mandatario para direccionar las obras públicas.

"Lula da Silva fue el director de esta gran orquesta", dice la fiscalía.

Pese a las acusaciones de la fiscalía, el ex mandatario mantiene su interés de postular de nuevo a la presidencia el 2018. De hecho, según los últimos sondeos, Lula lidera los índices de intención de voto.

Fuente: Agencias
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