El fin de la primera guerra mundial había llegado. Muchas de las naciones que combatieron en ella terminaron terriblemente afectadas económicamente. En este caso, Canadá y Estados Unidos.
Ambos países en la actualidad son aliados inseparables, aunque no siempre fue así.
En los años 20, el teniente canadiense James «Buste» Brown ideó un plan para invadir Estados Unidos. El motivo: una deuda que tenía su país de 22 billones de dólares. Fue así que creó el plan "Defense Sceheme No. 1", que consistía en bombardear varias de las ciudades estadounidenses, entre ellas las regiones de Seattle, Portland, Minneapolis y Detroit (todas cercanas al territorio canadiense).
Como se sabe, el potencial de ambos países es incomparable. Sin embargo, eso no detuvo a James Brown a efectuar esta iniciativa. Asimismo, la idea de James era que el ejército de su país asaltara toda la frontera extendiendo el límite con Estados Unidos.
Fue así que, ante todo pronóstico, el informe fue presentado ante las autoridades canadienses quienes, luego de analizarla, la calificaron de "absurda". Tanto así que parte de sus copias fueron quemadas para que nunca se dieran a conocer.
Los detalles sobre esta descabellada misión fueron desvelados por el escritor Kevin Lippert, en su libro "War Plan Red" (Plan de Guerra Rojo). En el texto, además, se narra también los conflictos de ambos países a lo largo de la historia. Incluso se menciona que una década después de aquel absurdo informe planteado, fueron los estadounidenses quienes intentaron invadir Canadá, con el objetivo de eliminarlo por ser "un importante rival económico y comercial".