Redacción EC

Wellington.[AFP] El programa de devolución de armas de fuego a cambio de dinero lanzado en después del ataque a dos mezquitas de en marzo ha terminado este viernes con un saldo de más de 56.000 recogidas, un número relativamente alto en ese país de 4,8 millones de habitantes.

El tiroteo del 15 de marzo mató a 51 musulmanes y conmocionó a este país generalmente pacífico. De inmediato se decretó la prohibición de las armas de asalto semiautomáticas, como la utilizada por el atacante en Christchurch.

Para ello se puso en marcha un programa de recompra acompañado de una amnistía, gracias a la cual los propietarios que devolvían las armas cobraban el dinero sin que se les hiciese pregunta alguna.

Según la policía, se han entregado 56.350 armas de fuego y 188.000 piezas de repuesto. Las autoridades esperan un aumento de último minuto antes del cierre del programa (07H00 GMT).

“No habrá prolongación: quien posea un arma ahora ilegal puede perder su licencia de armas de fuego y podría ser condenada a una pena de cárcel de hasta cinco años”, recalca la policía.

Muchos aficionados a las armas de fuego se opusieron al programa y el consejo de propietarios de armas registradas estima que quedan unas 170.000 armas de fuego prohibidas en circulación en el país. En los últimos meses solo se ha recuperado un tercio. La policía no ha confirmado estas cifras.

El gobierno ha previsto una segunda salva de reformas, con el establecimiento de un registro de armas. Esto permitiría saber con precisión dónde se encuentra cada arma de fuego en el país y garantizar que solo estén en manos de las personas autorizadas.

De este modo los condenados por crímenes violentos, las personas que promueven el extremismo o que son mentalmente frágiles no podrían adquirir armas de fuego. Incluye a quienes hayan intentado suicidarse.