Un niño palestino de tres años murió este lunes, cuatro días después de recibir una bala en la cabeza disparada por las fuerzas israelíes.
Mohammed Tamimi y su padre recibieron disparos cuando salían de su casa en Nabi Saleh, en la Cisjordania ocupada.
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El ejército de Israel dijo que sus soldados abrieron fuego mientras perseguían a dos hombres armados que habían disparado anteriormente contra un asentamiento judío cercano.
En una declaración posterior al incidente, el ejército agregó que lamentaba el daño a los "no combatientes".
El activista y periodista palestino Bilal Tamimi, que también resultó herido, dijo que el ejército israelí estaba esperando para tender una emboscada a un automóvil en la entrada de Nabi Saleh y abrió fuego cuando se acercaba.
El niño fue llevado en un helicóptero militar israelí al Hospital de Niños de Safra en Israel para ser tratado por heridas en la cabeza, pero no se recuperó.
Su padre, Haitham, ahora ha sido dado de alta de un hospital palestino.
Las imágenes del incidente
El ejército israelí, que tiene un puesto en las afueras de Nabi Saleh, publicó un video granulado que aparentemente muestra a dos figuras disparando sus armas.
El cuerpo militar afirmó que correspondían a un tiroteo hacia el asentamiento de Halamish, también conocido como Neveh Tzuf, que duró "varios minutos".
Indicó que sus soldados respondieron con fuego real, causando heridas a dos palestinos.
"El [ejército israelí] lamenta el daño a los no combatientes y está comprometido a hacer todo lo que esté a su alcance para prevenir tales incidentes. El incidente está bajo revisión", señala la declaración.
Décadas de fricciones
El asentamiento de Halamish se estableció en la década de 1970 y durante mucho tiempo ha sido escenario de fricciones con los aldeanos palestinos que viven cerca.
Durante varios años, en Nabi Saleh se realizaron manifestaciones los viernes durante las cuales los activistas locales protestaban contra la confiscación de las tierras de la aldea y la toma de su manantial.
Esto a menudo conducía a enfrentamientos violentos con soldados israelíes que usaban gases lacrimógenos y balas de goma para bloquear su avance.
Desde principios de año, unos 150 palestinos han sido asesinados ya sea por las fuerzas israelíes o por los colonos en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza. Las cifras incluyen tanto a militantes como a civiles.
Además, 23 personas del lado israelí han muerto, incluidos dos extranjeros y un trabajador palestino, en actos de violencia relacionados con el conflicto palestino-israelí. Uno de los muertos era miembro de las fuerzas de seguridad israelíes.
En ambos lados, hay niños entre los muertos. Mohammed Tamimi fue el palestino más joven asesinado en Cisjordania.
Unos 700.000 colonos viven actualmente en Cisjordania y Jerusalén Este. Los asentamientos se consideran ilegales según el derecho internacional, aunque Israel lo niega.