Redacción EC

, aliado del régimen sirio, y , que apoya a los rebeldes, propusieron la creación de "zonas de desescalada" para "pacificar" Siria y reforzar el alto el fuego.



El proyecto de Moscú, divulgado la víspera durante una conversación telefónica entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo estadounidense Donald Trump, iba a debatirse en Astaná, la capital de Kazajistán, donde están reunidos representantes del régimen de Bashar al Asad y de los rebeldes sirios, diplomáticos rusos, turcos e iraníes, y el emisario especial de la ONU, Staffan de Mistura. 

Antes del encuentro, los rebeldes anunciaron que se retiraban de las conversaciones hasta que el ejército sirio ponga fin a sus bombardeos en el país árabe. 

Putin, que recibió al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la ciudad balnearia de Sochi, a orillas del mar Negro, desveló su proyecto para lograr "una mayor pacificación" de Siria y "un afianzamiento del alto el fuego", en una rueda de prensa con su homólogo turco. 

Para ello, propuso la creación de "zonas de desescalada", un término confuso que podría acercarse a la idea de una zona tampón, sin necesidad de un despliegue masivo de soldados para garantizar el alto el fuego. 

Esas zonas deberán ir acompañadas de zonas de exclusión aérea, "a condición de que no haya ninguna actividad militar en esas áreas", precisó Putin. 

El mandatario ruso dijo haber comunicado su proyecto a Damasco, Teherán, y también a Trump. "Si lo he entendido bien, la administración estadounidense respalda esa idea", declaró.

Erdogan aseguró, por su parte, que había estudiado con Putin la creación de esas zonas "en el mapa", y pidió que esa idea fuera adoptada la cuarta ronda de negociaciones entre los rebeldes y el régimen en Astaná. 

Putin precisó que la lucha contra las "organizaciones terroristas", como el grupo Estado Islámico o el Frente Fateh al Sham, exrama de Al Qaida en Siria, continuará a pesar de la posible instauración de esas zonas. 

"Diálogo político"

Moscú propone crear esas zonas seguras en los territorios rebeldes de la provincia de Idlib (noroeste), en la provincia central de Homs, en el enclave rebelde de la Guta -al este de Damasco- y en la parte meridional del país, según la propuesta rusa, cuya versión en árabe pudo consultar la AFP. 

Según ese documento, las áreas "de desescalada" deberán ir acompañadas de "zonas de seguridad" con puestos de control y centros de vigilancia gestionados conjuntamente por el ejército sirio y los rebeldes. 

El objetivo de esta iniciativa consiste en "acabar inmediatamente con la violencia" y "establecer las condiciones para un regreso seguro y voluntario de los refugiados". 

La propuesta también estipula que Turquía, Irán y Rusia serán los garantes del acuerdo y que éstos se comprometen a crear "un grupo de trabajo común" en un plazo de cinco días después de que los beligerantes firmen el documento. 

Suspensión de las negociaciones 

El plan ruso ha sufrido un contratiempo con la retirada de los rebeldes de la mesa de negociaciones, aunque éstos reconocieron que las zonas seguras pueden ser "una medida temporal para mejorar la difícil situación humanitaria de los civiles". 

Los opositores al régimen de Asad suelen recurrir temporalmente a la política de la "silla vacía", y podrían regresar el jueves a las negociaciones.

El miércoles se reunieron, no obstante, con la delegación estadounidense dirigida por el adjunto del secretario de Estado para Oriente Medio, Stuart Jones, y con el emisario de la ONU. 

Entretanto, en Siria, al menos cinco personas murieron al estallar este miércoles un coche bomba en Azaz, ciudad rebelde del norte del país.

El conflicto sirio causó más de 320.000 muertos y millones de desplazados desde su inicio en 2011, y la presencia extranjera es determinante en el rumbo que ha tomado la guerra.

Fuente: AFP

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