Al menos tres personas murieron y 23 resultaron heridas el miércoles en un atentado suicida en el oeste de Pakistán reivindicado por los talibanes, dos días después de que anunciaran el fin del alto el fuego acordado en junio con el gobierno.
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El ataque apuntó a un camión de la policía que iba a escoltar a vacunadores contra la poliomielitis en la ciudad de Quetta, dijo a la AFP un alto funcionario policial, Azhar Mehesar.
Las tres víctimas mortales son “un policía, una mujer y un niño”, detalló.
El atentado fue reivindicado por los talibanes paquistaníes de Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que suspendieron a principios de esta semana un inestable alto el fuego acordado con el gobierno en junio y ordenaron a sus combatientes que reanudaran los ataques en todo el país.
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El atentado en Quetta fue perpetrado “para vengar la muerte” de un alto dirigente y miembro fundador de TTP que murió en agosto, durante la tregua, anunció el movimiento en un comunicado enviado a la AFP.
TTP (Movimiento de los Talibanes Paquistaníes) es un grupo separado de los talibanes afganos, aunque comparten su ideología islámica de línea dura.
En menos de una década, este movimiento ha matado a decenas de miles de civiles paquistaníes y policías.
Perdió fuerza a partir de 2014 tras intensos operativos del ejército paquistaní, pero recobró impulso desde el regreso al poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021, tras la retirada de las fuerzas estadounidense después de dos décadas de guerra.
Sus ataques han aumentado desde entonces en un 50% y han dejado 433 muertos, según el Instituto paquistaní PIPS.
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Desconfianza en las vacunas
Los militantes islamistas, principalmente los del TTP, atacan desde hace años a los vacunadores contra la poliomielitis y a los policías que los acompañan.
Según la prensa paquistaní, más de 70 vacunadores contra la poliomielitis han muerto desde 2012, principalmente en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa (noroeste), en donde el TTP está bien arraigado.
En Pakistán abundan las teorías conspiratorias sobre estas vacunas, que son vistas como parte de un complot occidental para esterilizar a los niños musulmanes. Otras teorías sostienen que estas vacunas contienen grasa de cerdo y que por lo tanto están prohibidas para los musulmanes.
Esta desconfianza, alimentada por religiosos ultraconservadores, aumentó tras la falsa campaña de vacunación puesta en pie por la CIA para dar con el paradero del jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, asesinado en 2011 en Abbottabad (norte).
Las autoridades paquistaníes lanzaron el lunes una campaña de una semana para vacunar a más de 13 millones de niños contra la poliomielitis.
Pakistán detectó en abril su primer caso en 15 meses de esta enfermedad extremadamente contagiosa, causada por un virus que ataca el sistema nervioso y puede causar una parálisis irreversible.
Desde entonces se han detectado 20 nuevos casos, según el programa nacional de lucha contra la poliomielitis.
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