Los resultados de nuestro comercio exterior vienen siendo desalentadores, en especial nuestras exportaciones. Hacia octubre último, estas registraron una caída del 10,5% con respecto al mismo período en el 2013. En este escenario, para retomar el dinamismo de nuestro comercio, el Perú debe buscar más y mejores herramientas. Una de ellas, definitivamente, consiste en estrechar lazos comerciales con economías sólidas y de gran crecimiento económico, como Turquía, país que registró un crecimiento de 4%, y que alcanzó un PBI de US$820 mil millones en el 2013.
Turquía tiene una población de 74,9 millones de habitantes, con un PBI per cápita de US$10.946, lo cual constituye una potencial fuente de demanda de nuestras exportaciones. Por otro lado, es importante destacar que las exportaciones turcas equivalen al 26% de su PBI, mientras que sus importaciones representan un 32%. Tengamos en cuenta, además, que Turquía es miembro activo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), organismo que agrupa a los países más avanzados y desarrollados del mundo –el Gobierno Peruano viene trabajando para formar parte de este–, y es también integrante del Grupo de los 20 (G20), que agrupa a los países industrializados y emergentes.
En el 2013, pese a que las exportaciones peruanas hacia Turquía cayeron un 15%, las exportaciones no tradicionales, de valor agregado y generadoras de empleo, crecieron un 28%, destacando los envíos de los sectores sidero-metalúrgico (US$6,9 millones, +534%), textil (US$4,7 millones, +12%) y agropecuario (US$3,8 millones, -39%). Las importaciones, por su parte, presentaron un crecimiento de 36% durante el 2013, y alcanzaron un valor de US$336,8 millones. Este crecimiento se debe principalmente a las mayores importaciones de materiales de construcción (US$190,6 millones, +12%), materias primas para la industria (US$108,4 millones, +82%) y bienes de capital para la industria (US$18 millones, +110%).
Turquía, además, mantiene una unión aduanera con la Unión Europea (UE), lo cual implica que, al menos en el ámbito de las exportaciones de bienes industriales, Turquía debe dar a los países que tienen acuerdos comerciales con la UE el mismo trato preferencial que esta les da. Este es el caso del Perú, a partir de la puesta en vigencia del TLC Perú-UE. Dicha situación explica también la declaración contenida en el Acuerdo Comercial Perú-UE, que compromete al Perú a hacer los mejores esfuerzos para alcanzar un acuerdo comercial con Turquía.
Si bien el Perú viene realizando negociaciones con este país, es fundamental que se incluya en estas el Capítulo de Inversiones, para atraer la importante inversión turca a nuestro país.
Un acuerdo con Turquía aseguraría preferencias muy importantes para no afrontar los altos aranceles que este país cobra a las exportaciones agrícolas, textiles y pesqueras de los países con los que no tiene acuerdo comercial. Estas preferencias podrían ser muy superiores a las que específicamente la propia UE ha dado al Perú en el acuerdo firmado entre ambos. En vista de las oportunidades que ofrece el mercado turco y su favorable ubicación geográfica (constituye un punto intermedio entre el Perú y grandes mercados emergentes contiguos a ese país), no cabe más que ir de la mano con Turquía hacia un TLC.