Un diálogo positivo, por Luis Thais
Dirigente de Perú Posible
En las semanas anteriores al diálogo se decía que el Gobierno reglaba y seguía a sus adversarios políticos, que no dialogaba, que la ministra Jara estaba pintada en la pared, que el clima político era insostenible y que la economía se deterioraba.
Doce partidos políticos aprobamos un comunicado que solicitaba un diálogo político para discutir la reorganización de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) y terminar con los insultos, para crear así un clima que impulse la gobernabilidad y permita realizar elecciones pacíficas y retomar las tasas altas de crecimiento económico.
Pasados unos días, el Gobierno hizo un llamado al diálogo aceptando el pedido de estos doce partidos, entre los que se encontraban el Apra y el fujimorismo. Sin embargo, a pesar de que sus líderes aprobaron el comunicado, iniciaron una campaña para condicionar su participación en el diálogo a la realización de cambios en el Gabinete Ministerial, y el fujimorismo solicitó también que su lideresa sea recibida individualmente. La Condición era tramposa, porque el resto de partidos que hubiesen quedado desairados.
El Gobierno no aceptó este condicionamiento y se realizó el diálogo sin la participación de ambos partidos. Quedaría claro que para estos primero están sus afanes electorales y luego el Perú.
He participado en diálogos anteriores y me pareció que tanto la disposición gubernamental para no limitar la agenda como su actitud para contribuir a resultados tangibles hicieron de este el mejor, a pesar de las limitaciones de tiempo que tuvimos.
Presenté los tres puntos de la agenda del comunicado de los doce partidos políticos y se llegó a acuerdos para su solución. La DINI se suspenderá por 180 días mientras se reestructura y se investiga su participación en los reglajes; se establecerán candados en su ley de creación para que responda a un Estado democrático y su director será nombrado con acuerdo del Congreso. Todo este trabajo será supervisado por cuatro personas de reconocida probidad y trayectoria democrática propuestos por los partidos participantes.
En cuanto al segundo tema, relacionado al comportamiento democrático de algunos actores políticos, tanto de oposición como del gobierno, estos serían controlados en el caso gubernamental por expresas instrucciones de la primera ministra. Hoy atestiguamos un cambio al respecto que esperamos sea mantenido tanto por el gobierno como por los partidos de oposición, en especial el fujimorismo y el APRA.
Con respecto a la economía, se destacó la importancia de enfatizar el cambio de la matriz productiva hacia la producción y servicios que generen valor agregado, tecnología, empleo y exportaciones. Para ello, deberían promoverse este tipo de inversiones con políticas expresas de incentivos financieros, impositivos y logísticos. Entre tanto, la inversión pública/privada de los gobiernos subnacionales debe mejorarse en calidad y cantidad, por lo que propusimos la restitución del CND para acompañar este proceso. Se acordó crear grupos de trabajo técnicos para el tema económico. Finalmente, convenimos buscar la aprobación de reformas políticas pendientes: la eliminación del voto preferencial y el establecimiento de sanciones al transfuguismo y a la corrupción.
Nos reuniremos nuevamente en 30 días para evaluar los avances realizados, lo cual demuestra la seriedad con que el Gobierno toma este diálogo.
Encuentro en Palacio, por Salomón Lerner Ghitis
Ex presidente del Consejo de Ministros
Las expectativas de la mayoría de los líderes políticos en las semanas previas al encuentro por el diálogo en Palacio de Gobierno eran básicamente las de adecentar la política nacional, solicitar que se acabe con los seguimientos, persecuciones y reglajes a los diferentes líderes políticos de la oposición -y del propio gobierno- y pedir reglas claras y transparentes de cara a las elecciones del 2016.
Estos objetivos, en principio, han sido alcanzados. La reunión fue cordial y respetuosa entre los representantes de las 15 fuerzas políticas presentes. Ello denota el deseo y la intención de que los líderes políticos nos ocupemos de problemas serios en busca de alternativas de bienestar.
Producto del diálogo se dispuso la reorganización de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI), medida que fue solicitada unánimemente, y los participantes se comprometieron a llevar hacia sus respectivas instancias parlamentarias la reforma electoral, de modo que se brinde las garantías para un proceso electoral transparente.
El presidente y la Primera Ministra aseguraron que las propuestas serían evaluadas. Sin embargo, hay temas que deben priorizarse en la agenda y solucionarse de inmediato, como son: la ley general del trabajo, el aumento del salario mínimo, la seguridad ciudadana; cómo combatir la corrupción y el crimen organizado, cómo enfrentar la desaceleración económica, cómo mejorar los servicios públicos, la infraestructura y la calidad de la educación y salud; pero también cómo combatir la desnutrición y anemia infantil, cómo disminuir el costo de los alimentos y de los medicamentos, en el que un vasto sector es golpeado.
Asimismo, se dio cuenta de las diversas agendas de los partidos,desde la militarización de la seguridad ciudadana, hasta la solicitud al presidente de encabezar el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y la inclusión en la agenda de la discusión de leyes antimonopolio, de minería y de telecomunicaciones, así como las disposiciones para combatir el crimen organizado y el narcotráfico.
Se dejó en claro la necesidad de aprobar iniciativas legislativas que permitan que el gobierno llegue al interior del país con más programas sociales y la importancia de que se realicen cambios en el gabinete ministerial.
Quienes tenemos una responsabilidad ante la ciudadanía hemos señalado con mucha firmeza que si crecemos menos del 4%, como en el 2014, habrá más hombres y mujeres desempleados. Si crecemos menos del 3%, como en el 2014, se habrán incorporado más pobres a nuestro sistema.
Es urgente evitar ello, por lo que se debe modificar la política neoliberal y ortodoxa que se ha venido aplicando en nuestro país en los últimos años. Es un grave error seguir creyendo que guardando más reservas y fondos de estabilización se llevará bienestar a la mayoría de los peruanos. Es un error que se ha cometido y que para enmendarse deben priorizarse gastos en infraestructura que hagan más competitivo y productivo al país, como la construcción de puertos y carreteras, o incluso reducirse el costo del crédito. Medidas más importantes que el recorte de derechos laborales.
Por otro lado, lamentamos que los medios de comunicación no hayan podido trasmitir al país el mensaje de los distintos líderes políticos que participaron en el diálogo, y que solo se haya dado a conocer el discurso del presidente y el de la Primera Ministra. Ello no es transparente y deberá evitarse posteriormente, ya que las opiniones de todos los líderes políticos son igualmente importantes.