Piura enferma: el dengue no da tregua

Sofía Salazar

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Luchar contra el dengue es tarea de todos

Fernando Huamán Flores

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Fernando Huamán Flores

“La región padece la dolencia crónica de un gobierno inefectivo en el ámbito local, regional y central”.

Cada hora cuenta y el parece llevarle la delantera a . Con más de 50 mil casos confirmados por esta enfermedad y sobrepasando los 60 fallecidos, la región no deja de padecer las acciones improvisadas, aisladas y tardías de un gobierno pasivo ante un panorama sobreadvertido con todas las luces de alerta posibles.

Pero no es la primera vez que Piura se enferma este año. La región padece la dolencia crónica de un gobierno inefectivo en el ámbito local, regional y central, período tras período.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia del dengue se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años. Y después de un período de lluvias incesantes como el de este año, es hasta increíble que la prevención epidemiológica no haya sido prioridad para la región y actuado de manera efectiva para evitar esta nueva tragedia. Pero ya es tarde lamentarnos por esto.

Ante la inminente llegada de un nuevo período del fenómeno de El Niño, estamos más que advertidos de que el panorama se repetirá. Piura es una zona en la que siempre habrá dengue. Volvamos a la raíz del problema. ¿Cómo evitamos que se reproduzca más el dengue?

Todos conocemos las medidas preventivas: eliminar de los recipientes el agua estancada, el uso incesante de repelentes de mosquitos, la instalación de mosquiteros en puertas y ventanas. Las campañas para crear conciencia de la enfermedad e iniciativas de limpieza comunitaria también son vitales para involucrar a la población en la lucha contra el dengue.

No obstante, la prevención por sí sola no es suficiente. El control vectorial debió ser otra estrategia fundamental para reducir la propagación del dengue. Pero tampoco se ha cumplido en la región ni en el ámbito nacional. Ahora mismo deberíamos saber a cuánto subirá la curva de proliferación de esta enfermedad en las próximas semanas.

Sacar a la ministra no es la solución, pero sí ayudará. Rosa Gutiérrez no reconoce este desborde, sino que vive en un mundo paralelo a la realidad piurana. Para resolver un problema, primero debemos reconocerlo, señora ministra, y lo mejor es que deje el cargo que le ha quedado muy grande.

El llamado es a la cabeza de la nación, a nuestra presidenta, para evaluar y designar a una persona competente, ágil y estratégica que al menos ayude a mitigar el impacto de una incansable enfermedad que se cobra más vidas cada día que pasa. La persona que asuma el cargo deberá conocer qué acciones sí han funcionado en otras regiones que padecen esta epidemia para repetirlas de inmediato. Estar un paso adelante y no siempre atrás.

La indolencia del Estado ha sido comprobada innumerables veces en nuestra región. Nadie nos va a responder por las decenas de muertes en Piura ni por el centenar de fallecidos en el ámbito nacional.

Evitemos que el dengue siga conversando con la muerte.