El viernes 20 de agosto se publicó el Decreto Supremo que declara en emergencia el Sistema Educativo Peruano a nivel nacional durante el segundo semestre del 2021 y el primer semestre del 2022. Se plantea un plan que busca consolidar y lograr los aprendizajes de los estudiantes de la educación básica, superior y técnico-productiva a través de seis ejes.
En el eje 1, relacionado con la recuperación y consolidación de aprendizajes de los estudiantes de educación básica y retorno a la presencialidad, el Gobierno debe agilizar la vacunación de los docentes y de la población adulta para evaluar el reinicio de clases en la modalidad semipresencial cuanto antes. Ello debería incluir asistir una o dos veces por semana en grupos pequeños y por horas para consolidar los aprendizajes. Para ello, el Ministerio de Educación tiene que asegurar las condiciones de infraestructura y equipamiento básicas, realizar mantenimiento a las instalaciones, dotar a las instituciones educativas de los implementos de higiene necesarios, así como establecer las medidas de bioseguridad para evitar contagios.
Según una investigación realizada por estudiantes de la Universidad de Lima en cinco colegios de secundaria de Lima y el Callao, el 67% de docentes considera que el nivel de aprendizaje en la modalidad virtual es menor que en la modalidad presencial. La razón principal sería que en menos del 50% de hogares peruanos se cuenta con acceso a Internet y, entre los que sí lo poseen, no todos pueden realizar una clase síncrona.
En el eje 2, relacionado con el desarrollo profesional docente, y el eje 3, relacionado con la innovación tecnológica y la competitividad educativa, los mayores desafíos para el nuevo Gobierno son la ausencia de equipos tecnológicos en las instituciones públicas, la falta de acceso a Internet y el limitado desarrollo de las competencias digitales de los docentes. Estos aspectos redujeron la velocidad para implementar adecuadamente la educación remota, afectando los aprendizajes del alumno.
En el eje 4, relacionado con la educación superior, desde la Fundación Pachacútec hemos diseñado una propuesta educativa acorde a la realidad de nuestros estudiantes de Ventanilla de escasos recursos económicos y –en su mayoría– sin acceso a la red. Los docentes desarrollaron guías de trabajo acorde a los lineamientos dados por la institución, solicitaron a los estudiantes que entreguen al menos un producto que asegure que asimilaron los conocimientos y brindaron retroalimentación continua. En algunos casos, se les entregó materiales en físico a los que no contaban con acceso a la plataforma. Esta experiencia puede replicarse en el interior del país, donde existen las mismas limitaciones.
En el eje 5, relacionado con la atención integral de las poblaciones rurales, indígenas, afroperuana y personas con discapacidad, la Fundación Pachacútec, desde sus inicios, ha venido respondiendo justamente a su entorno como mecanismo para operar y gestionar. Este es un aspecto importante y necesario para lograr un desarrollo inclusivo.
En el eje 6, relacionado con la descentralización, el Estado debe abandonar la visión citadina y centralista de la realidad educativa, pues esta no le ha permitido explorar propuestas más inclusivas y adaptadas a la realidad del Perú, así como demostrar mayor decisión política para tomar medidas oportunas. Asimismo, tiene que abrir espacios para escuchar las opiniones de las diferentes organizaciones y actores educativos en temas críticos para trabajar una propuesta que incorpore sus aportes.
En ese sentido, consideramos necesario que en algún momento se plantee un plan, desarrollado de forma participativa, que se respete independientemente de la línea política del gobierno de turno. La ausencia de este nivel de planificación ha provocado que muchos gobiernos den marchas y contramarchas que al final han perjudicado a los estudiantes y nos han puesto entre los últimos lugares como país en rendimiento escolar y calidad educativa.
Esperemos que el plan incorpore algunas de estas consideraciones planteadas por el bienestar de las niñas, niños y jóvenes. Ya que la educación es la única forma de reducir las brechas de la inequidad que tanto urge en el país.
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