He leído distintas opiniones que han surgido desde que Lima logró de manera inédita la sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos para el 2027. Algunas de ellas bien fundamentadas; otras, sin embargo, desinformadas.
Recuerdo un artículo que optó por el título: “Panamericanos y circo”, concluyendo con la frase “pan y circo”. Dicho artículo sugiere que nuestros jóvenes atletas sean equiparados a un payaso, un artista que elige trabajar para entretener a la gente y dar alegría. Una comparación totalmente desatinada y una falta de respeto: un deportista no es un payaso.
La OMS, según un informe reciente, estima que el costo del sedentarismo en el mundo alcanza los US$54.000 millones, más una pérdida adicional de US$14.000 millones en productividad. Es importante destacar que invertir un dólar en deporte nos ayuda a ahorrar en costos de salud, y también en seguridad, entre US$3 y US$4 anualmente.
Con gran orgullo, puedo afirmar que, desde la creación del Proyecto Legado, todas sus sedes han acogido a más de cien mil niños en talleres deportivos. Además, desde el 2020, se han realizado 664 eventos deportivos nacionales y 142 internacionales. Y, para este año, se han programado siete campeonatos mundiales, cinco de los cuales se realizarán en agosto.
El haber obtenido la sede para el 2027 se debe en gran medida a la experiencia adquirida durante Lima 2019, que fueron Juegos realizados con una visión responsable hacia el futuro. Desde el principio, nos centramos en el legado a largo plazo, evitando la construcción de obras monumentales innecesarias. Todas las instalaciones fueron diseñadas para un mantenimiento sin complicaciones, y se creó una unidad de Legado para garantizar su correcto uso y mantenimiento.
Para más detalle, resalto que el Plan Maestro para Lima 2019 fue de aproximadamente S/5.000 millones más IGV y logramos reducirlo a S/3.800 millones con IGV, cifras que pueden ser verificadas. Además, se logró cumplir los plazos establecidos con holgura.
Los Juegos Panamericanos también han impulsado innovaciones en los sistemas de contratación pública, como los contratos colaborativos, las PMO y las juntas de resolución de disputas en la gestión de proyectos. Estos enfoques se han aplicado incluso durante la pandemia, facilitando la rápida implementación de hospitales de campaña y la contratación de plantas de oxígeno. Cabe mencionar que la Villa Panamericana pudo adaptarse para albergar a casi 60 mil pacientes de COVID-19, contribuyendo a salvar vidas. Asimismo, como resultado de Lima 2019, no se ha descuidado la construcción de ningún hospital ni colegio.
En síntesis, los Juegos Panamericanos, apoyados por el 93% de la población según Ipsos y con un legado reconocido internacionalmente, no pueden ser comparados con un simple espectáculo circense o con los antiguos eventos del circo romano. Evaluarlos únicamente desde una perspectiva de flujo de caja carece de una visión a largo plazo.