-Sacudida por tanta corrupción, Petrobras acaba de suspender la celebración de contratos con las principales empresas constructoras brasileñas, entre ellas Odebrecht y OAS, tan activas en el Perú de Ollanta y Villarán... Con este preocupante antecedente... ¿Les parece normal que aquí Ollanta le haya concedido el gasoducto del sur, la obra pública más costosa de la historia del Perú (US$7 mil millones), a Odebrecht? ¿No debería suspenderse esa obra hasta que en Brasil quede esa firma limpia de cualquier culpabilidad? Es más, el Estado Peruano no debería contratar con ninguna de estas empresas brasileñas hasta que sean declaradas inocentes en el Caso Petrobras. Suficiente mal indicio fue la intromisión brasileña en las campañas de Ollanta y Villarán para ser suspicaces...
-No me sorprendería que Evo Morales otorgue asilo a Martín Belaunde, si en el 2007 se negó a extraditar al terrorista del MRTA Walter Chávez. ¿O algunos de ustedes son tan estúpidos de creer que Ollanta y Evo se reunieron el 9 de diciembre pasado para hablar solo del “cambio climático”? Martín Belaunde se quedará unos meses allá por los trámites y muy posiblemente después, si no le dan el asilo, huya a Brasil, donde tiene muchos amigos entre quienes mandaron al asesor Favre a Lima...
-Yo le preguntaría “¿No es el sueldo el mayor beneficio laboral?” a unos de esos chicos que marchan contra la ley juvenil. Si no tienes trabajo, no tienes sueldo y poco te sirve sobre el papel tener otros “beneficios laborales” sin ese principal.
-Dos problemas asolan a muchos jóvenes en el Perú: falta de cualificación (salen del colegio público y no saben hacer nada de nada. Ni siquiera redactar o sumar bien) y egresa aún demasiada gente joven anualmente para un mercado laboral formal tan pequeño. Por eso (por poco cualificados y porque abundan como oferta) son relativamente “caros” con esos beneficios extras al sueldo. En relación con la muy escasa productividad de un joven no cualificado como retorno por su trabajo, a un empresario le sale muy oneroso darle un mes entero de vacaciones, CTS y gratificaciones. Esta ley lo que buscó es que ellos estén a su “precio real” para que sean atractivos económicamente de contratar. Tan simple como eso; no sé cómo los rojos no pueden entenderlo. Y yerra la izquierda cuando acusa de “neoliberal” a esta norma. Los liberales jamás intervendrían en un mercado de trabajo con subsidios, recortes y normas específicas: lo dejarían que se ajuste solo, a oferta y demanda nomás. Es una medida más bien dirigista, de “ingeniería social” del ministro Ghezzi, algo más bien más cercano a la izquierda.
-No me parece mal que Cipriani haya asistido a la juramentación de Castañeda, como tanto critica la izquierda. Si bien no es una autoridad electa, el arzobispo es un vecino histórico de la Plaza de Armas y cortesías son cortesías. Me imagino que invitaban a un cura “progre” –tipo Garatea, Gutiérrez o Bambarén– y el regidor villaranista Augusto Rey no se lamentaba (como tampoco lo hubiera hecho un regidor de derechas). Ya dejen de ser tan sectarios. Después se quejan de eso de la DBA y ellos son los primeros en actuar así...