"Nombrar a alguien flagrantemente no idóneo no es tampoco fácil. Requiere sentirse todopoderoso y tener en perspectiva la manipulación del funcionario colocado por el poder". (Foto: Twitter)
"Nombrar a alguien flagrantemente no idóneo no es tampoco fácil. Requiere sentirse todopoderoso y tener en perspectiva la manipulación del funcionario colocado por el poder". (Foto: Twitter)
Federico Salazar

Como siempre, está obligado a considerar cambios ministeriales luego de presentar un nuevo Gabinete. Apenas instalados, surgen las denuncias de falta de idoneidad y cooptación en varios ministerios.

El caso más notorio es el del Ministerio de Salud. El nuevo ministro ha sido un promotor de algo que se llama “agua arracimada”. Su consumo retrasaría el envejecimiento, según esta tesis anticientífica, estafadora y ridícula.

Prometía, también, detectar el cáncer de cuello uterino en un minuto a través de una colposcopía. Esta afirmación ha sido desvirtuada por los especialistas.

Además, el hoy ministro ofrecía servicios de medicina obstétrica sin tener la especialidad. Y por ello lo ha denunciado el decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo, y la entidad a su cargo ha pedido su renuncia.

Condori fue jefe de la Dirección Regional de Salud de Junín. Fue retirado, seis días después. La razón: falta de idoneidad (Resolución ejecutiva regional N°008-2020-GRI/GR). El señor Condori es libre de promocionar agüitas milagrosas o asegurar que puede detectar el cáncer en un minuto. Puede hacerlo, pero eso lo descalifica como funcionario de salud pública.

Si fue retirado de la Diresa de Junín por falta de idoneidad, ¿cómo podría adquirirla para el Ministerio de Salud? El señor Condori carece de esa cualidad. Ha sido nombrado ministro no por sus capacidades como médico, sino, al parecer, por su cercanía a , secretario general de , en un caso de cuoteo.

El presidente Pedro Castillo debe cambiar al ministro de Salud. No debe demorar en la “evaluación” que está haciendo, según dice Aníbal Torres, presidente del Consejo de Ministros.

Nombrar a alguien flagrantemente no idóneo no es tampoco fácil. Requiere sentirse todopoderoso y tener en perspectiva la manipulación del funcionario colocado por el poder. ¿Por los pobres del Perú? ¿Por los más necesitados? ¿Por el “pueblo”? ¿O por Cerrón y Perú Libre? No hay razón que sostenga en el puesto al ministro Condori, solo prepotencia gubernamental.

Otro caso escandaloso es el del ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios Pérez. Él ha nombrado como jefe del gabinete de asesores a David Caballero Llanos.

Caballero no es especialista en minas o hidrocarburos. Es dueño de Radio Disco S. A., emisora que contribuyó en la campaña electoral de Pedro Castillo. El nuevo jefe de asesores del Minem tiene antecedentes penales, policiales y judiciales por falsificación de documentos, violencia y resistencia a la autoridad y conducir en estado de ebriedad e incluso buscó darse a la fuga en la comisaría de Chorrillos (“La República”, 12/2/22, p. 3).

El ministro Palacios también ha designado a Loly Wider Herrera Lavado, como secretario general del Minem. Su virtud: haber sido abogado de la madre de Vladimir Cerrón en un caso de difamación.

Jorge Chávez Cresta, renunciante viceministro de Minas ha denunciado el copamiento de personas vinculadas al partido de Gobierno. Copamiento realizado “con una celeridad extraña”, declaró (RPP, 12/2/22).

En su carta de renuncia el exviceministro denuncia repartición de puestos por consignas partidarias. El caso del Minem es el más escandaloso; sin embargo, esto es lo que está ocurriendo en la administración pública en general.

El presidente Castillo debe decidir entre ser presidente de todos los peruanos o ser presidente para Perú Libre y sus partidarios. ¡Basta ya de repartija!

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