Concluyó el CADE Desafío 2021: la Oportunidad es Ahora, y nos deja el sabor de un equipo de gobierno con ideas claras del rumbo a seguir y de la urgencia de actuar pronto para que el Perú sea un mejor lugar para vivir en el 2021. Los dos ex presidentes invitados –Felipe Calderón de México y Sebastián Piñera de Chile– fueron sinceramente elogiosos de las capacidades del presidente Pedro Pablo Kuczynski para liderar al país en la dirección correcta y las encuestas de Ipsos a los participantes confirmaron esta impresión.
Una de las exposiciones más inspiradoras fue la de Carlos Rodríguez Pastor, quien nos invitó a visualizar al Perú en el año 2041, dentro de un cuarto de siglo, como un país desarrollado. Es cierto. Estadísticamente hablando, si el Perú sigue creciendo al ritmo que lo ha hecho en los últimos 25 años habrá pasado el umbral del desarrollo para entonces.
El problema es que, como comentó Piñera, no será nada fácil: la segunda parte de la escalada a una cumbre es más difícil que la primera. Estamos por caer en la trampa del ingreso medio. Es decir, pudimos crecer mucho en las décadas previas porque veníamos de muy abajo. Cuando el ingreso per cápita sube, el costo de la mano de obra deja de ser una ventaja competitiva. Además, supimos aprovechar el ‘boom’ de las materias primas, pero ahora que el entorno internacional cambia, necesitamos encender otros motores. Calderón, en particular, fue muy elocuente al compartir su preocupación sobre la pérdida de velocidad de la locomotora china. Según él, China está creciendo bastante menos de lo que reportan sus estadísticas oficiales.
En los últimos 15 años el crecimiento económico sostenido de la economía peruana ha permitido que el presupuesto público se multiplique por tres y la pobreza caiga a la tercera parte. El crecimiento permite contar con más recursos para invertir en desarrollo social pero también es necesario hacer grandes cambios en la gestión pública. La ministra de Salud, Patricia García, fue muy elocuente al respecto. Ha encontrado un sistema de salud ineficiente y corrupto, señaló, donde uno de cada tres peruanos tiene tuberculosis –aunque no lo sepa– y la mitad de los niños peruanos sufre de anemia o desnutrición. Aunque parezca increíble, la anemia infantil se incrementó durante el gobierno de Humala.
Para avanzar hacia el desarrollo, Rodríguez Pastor propone olvidar selectivamente el pasado. Es decir, sustituir estrategias que pudieron haber funcionado antes pero que ya no servirán en el futuro; trabajar por el bien común a través del concepto de valor compartido –construye tu empresa, construye tu país– y tomar consciencia de que “algún día” es hoy: la oportunidad es ahora, como decía el lema de este CADE.
La llave para el futuro, coincidieron Rodríguez Pastor, Piñera y Calderón está en desarrollar el capital humano. Aunque parezca exagerado, la verdad es que la formación de capital humano empieza antes de nacer. La tercera parte de las madres gestantes tiene anemia. Necesitan hierro para que sus futuros hijos tengan mayores capacidades neuronales. Naturalmente, la calidad de la alimentación de los niños es la siguiente etapa. Este gobierno tiene la oportunidad de hacer un gran cambio en este campo.
Pero el mayor desafío está en la educación. El ministro Jaime Saavedra ha hecho un gran trabajo en los últimos tres años para reformar la educación peruana: mover un sistema educativo que tiene 7 millones de alumnos, medio millón de maestros y 65 mil escuelas es, sin duda, una tarea sumamente compleja. Y hacerlo con paz social –sin huelgas– más aun. Entre sus logros más visibles están las 23 escuelas de alto rendimiento, los 1.600 colegios con jornada escolar completa, el impulso a la meritocracia en la promoción de directores y maestros, inversiones en infraestructura y equipamiento. Pero no es suficiente.
Como destacaron Salman Khan, León Trahtemberg, Mariana Rodríguez, Elsa del Castillo, Jorge Yzusqui y el propio Saavedra en sus intervenciones en CADE, es necesario ser más innovadores para avanzar más rápido. La revolución tecnológica en curso en el mundo demanda personas más versátiles, con nuevas habilidades. Para ello hay que “pensar fuera de la caja”, como se pidió en el último CADE por la Educación. El Estado debe permitir al sector privado de vanguardia experimentar con nuevas metodologías educativas. Algunos expertos critican a Saavedra una falta de flexibilidad en este campo. Lo que no tiene ningún sentido es plantear una censura al ministro por la inconducta de una ex funcionaria de su sector. La educación peruana necesita seguir contando con el liderazgo de Saavedra.