(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
César Azabache

Partamos de cuatro evidencias. Las cárceles están cerradas desde principios de abril; pasamos más de dos meses en cuarentena; las medidas de subvención por falta de ingresos se retrasaron y el agotamiento de la capacidad de los hospitales para alojar más pacientes graves ha comenzado a hacerse más que evidente. Usemos entonces nuestra propia capacidad intuitiva para imaginar los resultados a los que puede conducir la combinación de estas cuatro situaciones.