El gobierno actual es un gobierno de transición y emergencia. Así lo ha entendido el propio presidente Sagasti. Lo ha entendido, pero no cumple la tarea.
Contenido sugerido
Contenido GEC
/ OpiniónBasada en la interpretación y juicio de hechos y datos hechos por el autor.
| Opinión
El gobierno actual es un gobierno de transición y emergencia. Así lo ha entendido el propio presidente Sagasti. Lo ha entendido, pero no cumple la tarea.
Si no se resuelve la emergencia, tampoco se podrá cumplir con la transición. La emergencia es sanitaria y económica.
Prioridad en la emergencia sanitaria es la vacunación.
PARA SUSCRIPTORES: El círculo de confianza de Julio Guzmán: ¿Quiénes corren con él?
Hasta el momento solo tenemos vacunas para 500 mil personas. Se requiere vacunar a 24 millones. Tenemos, pues, dosis contratadas para el 2 por ciento de la población.
A estas alturas debería anunciarse el segundo contrato con Sinopharm. Por ahora solo tenemos un acuerdo para 38 millones de dosis, pero no hay contrato.
Hay conversaciones y avances con AstraZeneca para 14 millones de dosis. Llegarían en setiembre, si se firma el contrato.
El gobierno anterior logró pactar con Covax Facility. Es lo único que dejó y es, también, lo más lejano. Con suerte, esas dosis llegarían el segundo semestre del año.
El gobierno debe concretar la compra de las vacunas de Pfizer. No hay condición diplomática que deba impedir que el gobierno haga este contrato. Y si lo hay, debe conocerse.
Hay un acuerdo de confidencialidad. Sin embargo, si no se compra nada, ¿para qué sostener el acuerdo?
El gobierno ha dicho que Pfizer agregó condiciones en último momento. Si es así, el gobierno soberano puede salirse, también, del acuerdo de confidencialidad.
Mirar el techo y actuar como si nada hubiera pasado es desatender la misión sobre emergencia que tiene este gobierno. No hay espacio para la política ni para el tonto orgullo.
Tenemos que conocer por qué se impidió que estas vacunas llegaran a fines de diciembre. Ya cayó la mentira de que fue una demora del Congreso. Ahora falta conocer la verdad.
El gobierno de Sagasti no puede hacer política con esto. Debe afrontar su responsabilidad.
Optar por el silencio es optar por la complicidad. Si lo hace, este gobierno se consagraría, en el tema de las vacunas, como una continuación del gobierno ineficaz de Martín Vizcarra.
PARA SUSCRIPTORES: Verónika Mendoza y la maquinita del tiempo; por Mario Ghibellini
Esta semana tendría que llegar el primer lote de vacunas. Esperamos que así sea. Y esperamos que el presidente anuncie el segundo contrato y las fechas de llegada del segundo lote.
La vacunación es una pieza clave de la emergencia sanitaria y económica.
No puede pensarse en recuperar el trabajo, la producción y el comercio sin inmunización de la población. Eso no se completará este año, si no hay contratos inmediatamente.
Debe quedar claro, entonces, que la economía tendrá restricciones y riesgos todo este año.
Las vacunas no son el único problema. Si no se logra cambiar los patrones de atención y de conducta sanitaria, la economía quedará gravemente amenazada.
No tenemos, tampoco, una propuesta seria sobre las medidas biosanitarias del proceso electoral. No tenemos claridad con respecto a los protocolos para el día de las elecciones.
No hay una campaña publicitaria con relación a la segunda ola. No es un tema de presupuesto, sino de iniciativa. Los medios de comunicación pueden y seguramente quieren colaborar, pero debe haber orientación y comando.
La visión represiva ya fracasó. No se ha intentado otra cosa. Se nos acaba el tiempo y también los recursos.
El gobierno ya no puede flotar; debe gobernar.
Contenido GEC